Carmen Medel, la alcaldesa del espectáculo: Va a “supervisar” a Poza Rica mientras Minatitlán se hunde en el abandono

Veracruz, Ver. – 21 de octubre de 2025.
La gira de la alcaldesa de Minatitlán, Carmen Medel Palma, en la ciudad de Poza Rica encendió una ola de críticas en redes sociales, donde cientos de ciudadanos le reprocharon su oportunismo político y su falta de empatía con la crisis que atraviesan los habitantes de su propio municipio.
Mientras familias minatitlecas intentan levantarse entre el lodo, las pérdidas materiales y el dolor, la presidenta municipal decidió posar frente a cámaras y publicar en sus redes que se encontraba “supervisando los avances” en Poza Rica. En su mensaje, aclaró que asistió para acompañar a la senadora Raquel Bonilla, pero la aclaración no bastó: el repudio fue inmediato.
“¿Qué puede supervisar alguien que no ha limpiado ni las calles de su propia ciudad?”, cuestionó un ciudadano indignado.
“Todo un montaje para la narrativa de ‘funcionaria comprometida’, mientras el pueblo sigue esperando acciones, no selfies”, agregó otra usuaria.
Los comentarios reflejan un sentimiento de hartazgo ante lo que muchos consideran una administración desconectada de la realidad. En Minatitlán, los rezagos se acumulan: calles sin mantenimiento, inseguridad creciente y una economía local que no se recupera del todo. Y mientras tanto, su alcaldesa aparece en otra ciudad posando como protagonista de una tragedia ajena.
Fuentes ciudadanas confirmaron que Medel Palma no llevó ayuda humanitaria, ni recursos económicos, ni siquiera las Brigadas de Salud que suele presumir durante sus actos públicos. Su presencia fue meramente simbólica, acompañada de cámaras, hashtags y discursos vacíos.
En Poza Rica, la población sigue exigiendo apoyo real ante los estragos de las inundaciones recientes. Pero lo último que necesitaban era una visita cargada de propaganda.
El episodio deja una vez más al descubierto la brecha entre el discurso político y la acción verdadera. Porque cuando el liderazgo se mide por la cantidad de fotografías y no por la magnitud del esfuerzo, la política se vuelve espectáculo y la empatía se convierte en una estrategia de campaña.
Mientras Poza Rica limpia su lodo, Minatitlán limpia su imagen. Y en ambas ciudades, los ciudadanos siguen esperando algo más que una foto.