VERACRUZ ENSANGRENTADO: DOCENTE EJECUTADO A PLENA LUZ DEL DÍA EN TANTOYUCA, ANTE LA IMPUNIDAD QUE YA ES COSTUMBRE

Tantoyuca, Ver.– La mañana de este jueves, la violencia volvió a irrumpir sin aviso ni freno en el norte de Veracruz. Marcelo “N”, un profesor respetado en su comunidad, fue acribillado a balazos justo al salir de su vivienda en la colonia El Rastro, cuando apenas se disponía a iniciar su jornada docente. Su crimen, brutal y cobarde, desnuda una realidad que el gobierno estatal ya no puede maquillar: Veracruz se desangra, y la impunidad se pasea impune entre los muertos.
Según los primeros reportes, los asesinos lo esperaban afuera de su domicilio, sobre la calle Quintana Minero. Al abrir el portón, Marcelo fue sorprendido por ráfagas de fuego que apagaron su vida de inmediato. Los vecinos, aterrados por los disparos, avisaron a las autoridades, pero la respuesta policial llegó cuando el silencio ya lo cubría todo.
Paramédicos de Protección Civil confirmaron el deceso. Mientras tanto, policías municipales y estatales cercaron la zona, iniciando un operativo que, como ocurre en cada crimen de esta naturaleza, terminó sin un solo detenido.
El personal de la Fiscalía Regional levantó evidencias y trasladó el cuerpo al Semefo, pero las familias veracruzanas saben lo que viene después: archivos que se empolvan, carpetas que se extravían, y un nuevo nombre que se suma a la lista infinita de muertos sin justicia.
Marcelo no era un político ni un empresario: era un maestro. Un formador de conciencia, silenciado por un sistema que ha permitido que la violencia penetre hasta el corazón de la vida civil. Su asesinato no solo deja un aula vacía, sino un mensaje aterrador: en Veracruz, ni los educadores están a salvo.
Mientras el gobierno estatal guarda silencio, la sociedad sigue exigiendo respuestas. ¿Dónde están las estrategias de seguridad? ¿Dónde las promesas de paz? ¿Dónde la presencia del Estado cuando un ciudadano es ejecutado al salir de su casa?
Cada asesinato impune en Veracruz es un golpe a la dignidad colectiva. Y en Tantoyuca, esta mañana, la dignidad volvió a caer a tiros.
Redacción Reportaje Veracruzano



