ESCÁNDALO EN RAFAEL DELGADO: DIEZ ESTUDIANTES QUEMADOS CON QUÍMICO EN UNA SECUNDARIA; PADRES DENUNCIAN ENCUBRIMIENTO Y NEGLIGENCIA
Rafael Delgado, Ver. — Lo que debía ser un espacio de aprendizaje se convirtió en un escenario de terror. Padres de familia de la Escuela Secundaria Federal “Jesús Reyes Heroles”, en la comunidad de Jalapilla, denunciaron una cadena de agresiones químicas cometidas presuntamente por un estudiante que causó quemaduras de segundo grado a al menos diez compañeros, utilizando una sustancia identificada preliminarmente como nitrógeno líquido.
El hecho, ocurrido el pasado 29 de octubre, ha detonado indignación social y fuertes acusaciones de omisión, encubrimiento y negligencia institucional. De acuerdo con las madres de las víctimas, varios alumnos aún reciben atención médica especializada, mientras que las autoridades escolares intentaron minimizar el caso, tratándolo como una “broma entre adolescentes”.
“Esto no fue un juego. Nuestros hijos tienen quemaduras reales. Queremos seguridad y justicia”, denunciaron las madres, visiblemente afectadas.
Los testimonios son demoledores. Una de las alumnas agredidas acudió a reportar lo sucedido a la prefectura, donde —según se relata— el prefecto Cuauhtémoc admitió conocer antecedentes similares del mismo estudiante, pero nunca notificó formalmente a la dirección ni a los padres.
“El prefecto solo le quitó el bote con el químico, pero al día siguiente el niño llevó otro y volvió a atacar”, narraron los tutores.
Cuando los padres confrontaron al director del plantel, Armando Vargas Zárate, éste habría restado importancia a los hechos, asegurando que se trataba de “retos entre alumnos”. Hoy, su aparente indiferencia lo coloca en el centro de un escándalo por presunta omisión de deberes institucionales.
El número de víctimas confirmadas asciende ya a diez menores, con lesiones visibles en brazos, cuello y rostro. Algunos de ellos podrían presentar cicatrices permanentes, según informes médicos preliminares.
Ante la falta de respuesta del plantel y la lentitud de la Fiscalía Regional, los padres de familia han presentado una denuncia formal exigiendo:
- La expulsión inmediata del alumno agresor.
- Sanciones administrativas contra los directivos y prefectos omisos.
- Vigilancia policial permanente en el entorno escolar.
- Atención psicológica integral tanto para las víctimas como para el agresor.
El caso revela un grave vacío en los protocolos de seguridad escolar y la falta de reacción oportuna de las autoridades educativas ante actos que, por su naturaleza y consecuencias, podrían constituir delitos graves de lesiones dolosas.
Mientras la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) guarda silencio, las familias de Jalapilla viven entre la indignación y el miedo. Lo ocurrido expone con crudeza una pregunta urgente:
¿cuántos alumnos más deberán salir heridos antes de que las escuelas de Veracruz dejen de encubrir la violencia en sus pasillos?
Por ahora, la secundaria “Jesús Reyes Heroles” permanece bajo escrutinio público, convertida en un símbolo doloroso de lo que sucede cuando la autoridad educativa prefiere callar antes que proteger a sus estudiantes.
Redacción Reportaje Veracruzano
