ACAYUCAN EN ALERTA: BALEAN CASA DE EMPRESARIO Y DEJAN CLARO QUE EN VERACRUZ NADIE ESTÁ A SALVO

Acayucan, Ver. — El estruendo de las balas volvió a romper la noche en el sur de Veracruz. La vivienda del empresario Sergio Martínez, ubicada en la colonia El Fénix, fue blanco de un ataque armado la noche del miércoles, en un hecho que exhibe, una vez más, la descomposición del orden público en Acayucan y la impunidad con la que operan los grupos armados.
El ataque ocurrió alrededor de las 9:00 de la noche, cuando sujetos desconocidos descargaron ráfagas de fuego contra la fachada de la casa, situada en la calle Chiapas esquina con Colima, muy cerca de la colonia Chichihua. Los vecinos, alarmados por las detonaciones, corrieron a resguardarse en sus viviendas, mientras pedían auxilio a través del número de emergencias.

Elementos de la Policía Estatal y Municipal llegaron minutos después y hallaron al menos diez casquillos percutidos regados sobre la vía pública. La vivienda quedó con daños visibles en muros y ventanas, testimonio de una acción directa, calculada y desafiante.
No hubo heridos, pero el mensaje fue claro: los ataques selectivos contra empresarios, comerciantes y figuras locales continúan sin freno en esta región donde la violencia se ha normalizado y donde el Estado parece replegado e ineficiente.
Hasta ahora, ninguna autoridad ha ofrecido una versión oficial, ni se ha reportado la detención de sospechosos. Como en tantos casos recientes, la respuesta institucional se reduce a un acordonamiento, una carpeta de investigación y el silencio administrativo.
La población, en cambio, no calla: exige vigilancia, resultados y garantías de seguridad. “No puede ser que disparen así y nadie sepa quién fue ni por qué”, lamentan vecinos de la zona.
El atentado contra el empresario Sergio Martínez se suma a una serie de ataques armados y ejecuciones que han marcado los últimos meses en Acayucan, donde la inseguridad se ha convertido en una herida abierta que sangra cada noche.
Mientras las autoridades estatales intentan sostener el discurso de que Veracruz “vive en paz”, la realidad en el sur desmiente cada palabra: los hechos muestran una región sitiada por el miedo, la impunidad y la falta de control del territorio.
En Acayucan, las balas hablan más fuerte que los comunicados oficiales.
Redacción Reportaje Veracruzano



