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ASESINAN Y ABANDONAN EN OTEAPAN AL EXALCALDE PANISTA DE CHINAMECA: CINCO DÍAS SECUESTRADO, DEGOLLADO Y OLVIDADO POR EL ESTADO

Oteapan, Ver. — Veracruz vuelve a estremecerse. El cuerpo sin vida del exalcalde panista de Chinameca, Lázaro Francisco Luria, fue hallado entre la maleza de un predio a un costado de la carretera Oteapan–Zaragoza, tras haber sido secuestrado y mantenido cautivo durante cinco días. A pesar de que sus familiares habrían pagado un rescate millonario, su cadáver fue encontrado degollado.

La mañana del miércoles 5 de noviembre, campesinos que transitaban por la zona reportaron el hallazgo de un cuerpo tirado cerca de una zona de cultivo. Vestía playera blanca, pantalón de mezclilla y junto a él se encontró un sombrero, su única señal de identidad antes de ser reconocido oficialmente.

La Policía Municipal de Zaragoza acordonó el área, mientras personal de Servicios Periciales y la Fiscalía General del Estado (FGE) inició las diligencias. Poco después se confirmó lo inevitable: el cuerpo pertenecía al exmandatario municipal Lázaro Francisco Luria, quien gobernó Chinameca durante el periodo 2012–2013.

Un secuestro ignorado y una muerte anunciada

Fuentes ministeriales confirmaron que los familiares de Luria habían presentado una denuncia por privación de la libertad días antes. Sin embargo, como en tantos otros casos en Veracruz, la respuesta institucional fue tardía, burocrática y omisa.

Mientras el exalcalde permanecía secuestrado, el tiempo corrió en su contra. Los presuntos captores —según versiones extraoficiales— recibieron un pago por su liberación, pero aun así lo ejecutaron salvajemente. Su cuerpo fue abandonado a la orilla del camino, como un mensaje que retumba en la región sur del estado, donde la violencia política y la inseguridad se han vuelto parte del paisaje.

Un pasado político bajo sombra

Lázaro Francisco Luria asumió la alcaldía de Chinameca en 2012, tras la detención de su antecesor, Padua Zúñiga, investigado por delitos de delincuencia organizada y narcotráfico bajo la averiguación PGR/SIEDO/UEIDCS/112/2012. Su gestión fue breve, marcada por el caos político y el desorden administrativo que heredó.

Hoy, más de una década después, la violencia vuelve a ensañarse con el municipio y sus exdirigentes, evidenciando el deterioro del tejido institucional y el fracaso del Estado en garantizar justicia y seguridad.

El eco de la impunidad

Mientras las autoridades prometen una “investigación exhaustiva”, la comunidad de Chinameca y la región sur de Veracruz exigen respuestas reales. No es el primer político asesinado en circunstancias semejantes ni el primer secuestro que termina en tragedia.

En Veracruz, donde los homicidios de exfuncionarios y empresarios se multiplican en silencio, la impunidad sigue siendo la ley no escrita.

El caso de Lázaro Francisco Luria no solo es una tragedia personal —es un retrato descarnado de un estado donde la justicia llega tarde, o simplemente no llega.

La Fiscalía tiene la palabra. Pero Veracruz ya no tiene paciencia.

Redacción Reportaje Veracruzano

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