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EL FRAUDE DE LAS CIFRAS: CÓMO LA FISCALÍA DE VERACRUZ DISFRAZA LA VIOLENCIA CON NÚMEROS ALTERADOS

Veracruz.— Mientras el discurso oficial presume “reducciones históricas” en homicidios, las propias cifras entregadas por la Fiscalía General del Estado (FGE) cuentan una historia completamente distinta: una historia de manipulación, maquillaje y un intento evidente por distorsionar la realidad de la violencia en Veracruz.

Las pruebas están en los reportes enviados por la FGE al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Y ahí es donde el maquillaje se cae, dejando al descubierto un fraude estadístico que insulta la inteligencia de la ciudadanía.

La disparidad que delata el engaño

En las tablas de incidencia delictiva, el número de homicidios dolosos que reporta la Fiscalía para octubre es de 64 casos.

Pero en las tablas individuales de homicidios dolosos —también del mes de octubre— la propia Fiscalía reconoce 74 homicidios.

Diez asesinatos que desaparecen. Diez vidas borradas para que las estadísticas luzcan mejor.

Eso representa un 13.51% menos, una alteración abierta y documentada. Un intento más por hacer pasar 74 como 64.

Y el engaño no termina ahí.

El truco del acumulado anual

En el acumulado del año, la tabla de incidencia delictiva muestra 695 homicidios dolosos.

Pero el informe real —el de homicidios dolosos individuales— suma 819 asesinatos.

124 homicidios borrados del mapa.
Un 15.14% menos reportado.

Si esto no es manipulación deliberada de cifras, ¿entonces qué es?

¿Por qué no hay confianza?

Porque no se puede confiar en una institución que reduce asesinatos a punta de Excel; que comprime la tragedia humana para cuadrar un discurso político; que prefiere un dato bonito antes que reconocer el tamaño de la violencia que azota a Veracruz.

La pregunta no es por qué la ciudadanía desconfía.
La pregunta es cómo pretenden que alguien confíe cuando las cifras hablan más fuerte que los funcionarios.

Cuando los números no coinciden, cuando los homicidios “desaparecen”, cuando la realidad se oculta detrás de tablas contradictorias, el mensaje es claro:

En Veracruz no están combatiendo la violencia.
Están combatiendo la verdad.

Redacción Reportaje Veracruzano

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