VERACRUZ ABRE LA PUERTA A UNA FISCALÍA BAJO CONTROL DEL EJECUTIVO: CONGRESO APRUEBA REFORMA QUE ACELERA LA SALIDA DE VERÓNICA HERNÁNDEZ
Por Reportaje Veracruzano | Xalapa, Ver.
En una votación relámpago y cargada de implicaciones políticas, el Congreso de Veracruz aprobó anoche, con 42 votos a favor, 5 en contra y cero abstenciones, una reforma constitucional que reconfigura por completo el sistema de designación y remoción del titular de la Fiscalía General del Estado (FGE). El movimiento, que pasó con la fuerza arrolladora de la mayoría oficialista, deja un mensaje inequívoco: la salida de la fiscal Verónica Hernández Giadáns es ya un hecho prácticamente consumado.
La reforma ahora deberá pasar por el filtro de los 212 ayuntamientos del estado, de los cuales solo se requiere el respaldo de 107 cabildos para que quede firmemente instalada en la Constitución local. En un escenario político dominado por Morena y aliados, ese número parece cuestión de trámite.
UNA REFORMA CON NOMBRE Y DESTINO
El paquete de cambios fue impulsado principalmente por el diputado morenista Diego Castañeda Aburto, y reforzado por otra iniciativa presentada por Elizabeth Morales García y Ramón Díaz Ávila, del Partido del Trabajo. Ambas propuestas convergen en un punto: dar al gobernador o gobernadora de Veracruz el control directo sobre la Fiscalía General.
A partir de su entrada en vigor, la persona que encabece la FGE deberá ser catalogada como “honorable, con conocimientos jurídicos, experiencia en procuración de justicia, visión de derechos humanos, perspectiva de género y capacidad de administración”. Pero más allá de los adjetivos, lo verdaderamente determinante es quién tendrá la última palabra en su nombramiento.
EL EJECUTIVO MANDA, EL CONGRESO AVALA… O SE CALLA
La reforma establece que el titular del Poder Ejecutivo propondrá a la persona que quiera colocar al frente de la Fiscalía. El Congreso tendrá cinco días hábiles para aprobar la propuesta por mayoría calificada de dos terceras partes. Sin embargo, si no dice nada dentro del plazo —ni sí, ni no— la propuesta se dará por aprobada automáticamente.
En caso de rechazo, el Ejecutivo enviará un segundo nombre. Si nuevamente no hay pronunciamiento o vuelve a ser rechazado, el gobernador podrá designar libremente a uno de los dos perfiles enviados.
Un diseño institucional hecho a la medida.
LA REMOCIÓN: LA CLAVE DEL PODER
Quizá el punto más explosivo de la reforma es el relativo a la remoción del titular de la FGE, que ahora podrá realizarse de manera directa por el gobernador o gobernadora en turno, por “causas graves”.
El Congreso podría objetar esa decisión, pero tendría solo cinco días y debería hacerlo con la misma mayoría calificada del nombramiento. Si no lo hace, el silencio vuelve a operar a favor del Ejecutivo.
Es decir, la figura del fiscal autónomo queda profundamente debilitada.
UN CARGO REDUCIDO A 4 AÑOS… Y SUJETO A LA VOLUNTAD DEL GOBERNANTE
La duración del encargo se fija ahora en cuatro años, con posibilidad de ratificación por otros cuatro —previa decisión de la persona titular del Ejecutivo—. El Congreso únicamente sería notificado para la protesta de ley.
UN CAMBIO QUE REDIBUJA EL MAPA DEL PODER EN VERACRUZ
Aunque los discursos oficiales hablan de “modernización”, “eficiencia” y “respeto a las víctimas”, la realidad política es transparente: la nueva fiscalía será una dependencia alineada al proyecto del Ejecutivo estatal.
En lo inmediato, la reforma tiene un rostro y un efecto puntual: Verónica Hernández Giadáns, cuya permanencia al frente de la FGE ya estaba debilitada, queda a un paso de su salida. Con esta aprobación legislativa, su relevo no solo es inminente: ya está en curso.
Lo que se juega ahora no es solamente quién quedará al frente de la Fiscalía, sino si Veracruz está transitando hacia un modelo donde el combate a la impunidad dependa menos de la autonomía y más de la obediencia política.
En los próximos días, los 212 ayuntamientos tendrán la última palabra. Pero todo apunta a que la decisión ya se tomó en el Palacio de Gobierno.
Redacción Reportaje Veracruzano
