Córdoba vuelve a estremecerse: “El Tocotín” cae abatido a metros del parque San Miguel mientras la violencia se normaliza en plena luz del día
Córdoba, Ver.— La tarde avanzaba con aparente calma en el barrio de San Miguel cuando una ráfaga de disparos rompió la rutina y devolvió a los vecinos a una realidad que ya parece cotidiana: la de correr, encerrarse y sobrevivir.
En cuestión de segundos, un hombre identificado únicamente por su apodo —“El Tocotín”— quedó tendido boca abajo sobre el pavimento de la avenida 8 esquina con calle 19, a unos pasos del parque y de la iglesia de San Miguel Arcángel.
De acuerdo con testimonios recabados en la zona, sujetos armados llegaron sin aviso, sin diálogo y sin prisa: dispararon directamente contra la víctima y huyeron de inmediato, dejando tras de sí el eco metálico de las detonaciones y un barrio entero paralizado por el miedo.
Los primeros minutos del caos
Tras el ataque, comerciantes y vecinos reaccionaron como pudieron. Algunos se tiraron al piso; otros, desde la relativa seguridad de sus viviendas, marcaron al 911 reportando múltiples disparos.
En pocos minutos, arribaron elementos de la Policía Municipal y de la Marina, quienes asumieron el resguardo del área como primeros respondientes.
Los paramédicos solo llegaron a confirmar lo inevitable:
El hombre ya no presentaba signos vitales.
Vestía bermuda azul a cuadros, playera negra y tenis oscuros. No portaba identificación. Solo trascendió —por voz de vecinos— que le decían El Tocotín, presuntamente integrante del llamado “escuadrón de la muerte”, un grupo conocido por deambular en la zona.
La zona quedó blindada
El acordonamiento se extendió una cuadra a la redonda, preservando la escena para los protocolos de cadena de custodia.
Posteriormente, arribó personal de la Fiscalía Regional, agentes de la Policía Ministerial y peritos forenses, quienes inspeccionaron el sitio, levantaron indicios y ordenaron el traslado del cuerpo al Semefo de San Miguelito, donde quedó en calidad de desconocido para la necropsia de ley.
Un barrio cansado, un silencio que pesa
Vecinos reconocen que el barrio de San Miguel vive un deterioro acelerado. La violencia ya no sorprende, pero sí sigue doliendo. Muchos se mantuvieron detrás de puertas entreabiertas, comentando en voz baja lo ocurrido, resignados a una impunidad que se repite con precisión quirúrgica.
Hasta el cierre de esta nota, la identidad oficial del occiso no ha sido confirmada, aunque se espera que familiares acudan en las próximas horas al Semefo para identificarlo.
Mientras tanto, la calle vuelve a quedar vacía, con esa sensación amarga de que el siguiente estruendo podría ocurrir en cualquier momento, a cualquier hora, contra cualquier persona.
Redacción Reportaje Veracruzano
