GRECIA QUIROZ ENCIENDE LA CRISIS EN URUAPAN: ENTRE LADRIDOS, RETOS Y SEÑALAMIENTOS CRUZADOS, LA ALCALDESA RESPONDE A NOROÑA Y AL FUEGO INTERNO DE MORENA
En medio del duelo político por el asesinato de su esposo, el edil Carlos Manzo —conocido como El del Sombrero—, la alcaldesa Grecia Quiroz detonó este domingo una nueva tormenta al responder con una frase lapidaria a sus críticos: “Si los perros ladran, es señal de que vamos muy bien.”
La declaración, citando palabras del propio Manzo, no solo desafió a quienes la señalan en redes sociales, sino que encendió las tensiones con figuras prominentes de Morena, especialmente con el senador Gerardo Fernández Noroña, quien la acusó días atrás de “declaraciones irresponsables” y la calificó de “fascista” por señalar directamente a Leonel Godoy y Raúl Morón como presuntos responsables políticos del asesinato de su esposo.
El estallido no se quedó ahí.
Dentro del propio Congreso federal, legisladoras y legisladores reventaron contra Noroña, acusándolo de misoginia. Pero el morenista, fiel a su estilo y a su historial de confrontación, se atrincheró y sostuvo sus dichos, desatando una guerra interna que ya alcanzó dimensiones nacionales.
En este clima de fractura, Quiroz escribió desde sus redes sociales un mensaje que mezcla duelo, desafío y confrontación:
“Mejor ocúpense en sus labores y déjenos trabajar en favor de nuestra gente, ya mucho nos lastimaron quitándonos al mejor presidente del mundo… pero como decía Carlos: ‘si los perros ladran, es señal de que vamos muy bien’. Entre más tiran, más fuertes estamos.”
El tono no pasó desapercibido.
La alcaldesa, que asumió el cargo apenas cinco días después del homicidio de Manzo, no solo defendió el nombre de su esposo y el de su familia, sino que convirtió la tragedia en munición política directa contra quienes cuestionan su actuar.
Su mensaje también pareció un reto abierto a quienes la contradicen:
“Desgástense tirando”, escribió, reafirmando que no permitirá que “manchen el nombre” de Carlos Manzo.
Mientras tanto, el hermano del edil asesinado también salió a escena para respaldarla y lanzó sus propios reclamos contra Noroña, insistiendo en que confían en que Omar García Harfuch esclarecerá el caso.
Lo que queda claro es que el asesinato de El del Sombrero no solo desató una tragedia institucional en Uruapan: abrió un boquete en el interior de Morena, donde los jaloneos, descalificaciones y luchas de poder están dejando al descubierto tensiones profundas.
Y en medio de esa arena política, la alcaldesa Grecia Quiroz no se esconde. Responde, confronta y marca territorio.
Aunque eso signifique elevar todavía más la temperatura política de un municipio que apenas comienza a procesar la muerte de su presidente.
El mensaje está dado.
Los “ladridos”, como ella los llama, apenas comienzan.
Redacción Reportaje Veracruzano
