RÍO BLANCO ENTRA EN TERAPIA INTENSIVA FINANCIERA: CONAGUA EXIGE MÁS DE 20 MDP Y EL SAT COMENZARÁ A COBRAR A LA FUERZA DESDE 2026

Por Reportaje Veracruzano
Río Blanco, Ver.— El municipio de Río Blanco inicia su nueva etapa administrativa con una bomba de tiempo entre las manos: un pasivo histórico superior a los 20 millones de pesos con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), acumulado entre 2014 y 2019 y nunca regularizado, finalmente llegó a su punto de quiebre. La deuda ya fue turnada al Servicio de Administración Tributaria (SAT), que a partir del 1 de enero de 2026 aplicará retenciones automáticas de alrededor de 450 mil pesos mensuales al presupuesto municipal.
La advertencia fue confirmada por el alcalde electo José Antonio May González, quien recibió la notificación directamente en las oficinas de Conagua en Xalapa, durante una reunión en la que—en un principio—buscaba gestionar recursos para obras de mitigación y análisis de riesgo en el río La Carbonera. La respuesta que obtuvo fue otra: un golpe seco a la estabilidad financiera que heredará la próxima administración.
“No es una deuda que yo haya generado, pero es una carga que tendré que asumir”, afirmó May González. Y no exagera. La suma exacta del adeudo asciende a 20 millones 732 mil pesos, y ahora será el SAT quien retenga mes con mes una parte sustancial de las participaciones federales de Río Blanco para cubrirlo. Ese recorte representa un impacto directo en la obra pública, el mantenimiento urbano, los servicios básicos y cualquier proyecto que requiera liquidez.
Pero el panorama podría ser aún peor. El alcalde electo reveló que el periodo 2022–2025, correspondiente a la administración saliente, todavía no ha sido entregado. Nadie sabe si vienen nuevos adeudos escondidos, intereses acumulados o nuevos pasivos que podrían elevar la cifra total a niveles más críticos. Es decir, el escenario actual es solo la primera capa de una posible crisis mayor.
Durante la reunión con autoridades federales también se discutió el aprovechamiento de nacimientos de agua en la zona alta del municipio, aunque especialistas advirtieron que antes deben realizarse estudios técnicos y ambientales. El problema: esos flujos subterráneos desembocan en territorio de Ixhuatlancillo, por lo que cualquier obra sin planeación podría derivar en conflictos intermunicipales y afectaciones ecológicas.
Con todo, May González sostiene que la administración entrante no puede darse el lujo de caer en el desánimo. A pesar del inicio adverso, asegura que buscará fortalecer la gestión de recursos, ordenar las finanzas y tomar como referencia modelos exitosos como el de Orizaba, reconocido por su eficiencia administrativa.
El llamado final del alcalde electo fue directo a los habitantes de Río Blanco:
“Necesitamos enfrentar juntos lo que viene. La deuda es grande, pero el municipio también. Con orden, transparencia y respaldo social, vamos a salir adelante”.
Lo que está claro es que el 2026 no solo marcará un cambio de gobierno, sino el inicio de una lucha cuesta arriba para evitar que este municipio quede maniatado por la irresponsabilidad financiera de administraciones pasadas.
Redacción Reportaje Veracruzano



