Alerta RojaCoatzacoalcosVeracruz Sur

Coatzacoalcos bajo asedio: el cobro de piso asfixia a comerciantes mientras las autoridades miran hacia otro lado

Coatzacoalcos, Veracruz.- La extorsión empresarial en Coatzacoalcos ha dejado de ser una simple amenaza para convertirse en una condena económica y social. Año tras año, los comerciantes de todos los niveles pierden hasta 127 mil pesos anuales a manos de criminales que operan con impunidad, mientras las autoridades continúan con su política de simulación y brazos cruzados.

Los delincuentes no solo exigen cuotas de dinero, sino que han ampliado su red de saqueo al despojar a sus víctimas de vehículos, joyas y cualquier pertenencia de valor. El Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos, dirigido por Renato Riveroll Rivera, confirmó que este flagelo golpea sin distinción a pequeñas fondas, mercados, restaurantes y empresas de mayor escala.

Pero la extorsión no se limita a Coatzacoalcos: el terror se extiende a toda la región sur de Veracruz. Ejemplo de ello es el reciente cierre de un bar en Minatitlán, cuyo propietario, incapaz de seguir sosteniendo los pagos a los delincuentes, optó por bajar la cortina. La espiral de violencia y chantaje sigue cobrando víctimas, y con cada negocio que cierra, la economía local se hunde más en el abismo.

Colapsa la confianza: miedo y silencio como estrategia oficial

Las colonias más afectadas –Centro, Francisco Villa, Ciudad Olmeca y Esfuerzo de los Hermanos del Trabajo– se han convertido en zonas de riesgo donde los comerciantes temen denunciar por represalias. El pavor a ser ejecutados por negarse a pagar ha convertido a los afectados en rehenes de una estructura criminal que parece intocable.

Mientras tanto, la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz sigue en la inercia burocrática, limitándose a recibir propuestas, como la creación de una unidad anti-extorsión promovida por el Observatorio Ciudadano, sin que hasta el momento exista una acción concreta para frenar este flagelo.

¿Gobierno cómplice o incompetente?

La inacción gubernamental frente al cobro de piso plantea una pregunta inquietante: ¿se trata de una incapacidad absoluta o de una complicidad velada? Porque si los criminales han logrado someter a toda una ciudad sin enfrentar consecuencias, la conclusión es clara: hay un poder que los respalda y protege.

Mientras las víctimas siguen sumidas en el miedo, Coatzacoalcos se desangra económicamente. ¿Cuánto más soportará la ciudad antes de que el tejido comercial colapse por completo?

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba