Silencio mortal en Tamiahua: ejecución en pleno centro desnuda la impunidad que se respira en el norte veracruzano

Tamiahua, Veracruz. — La noche del miércoles 23 de julio se tiñó de sangre en el corazón de Tamiahua. A las 22:30 horas, vecinos de la colonia La Cabrilla rompieron el silencio con llamadas desesperadas a la Policía Municipal tras escuchar múltiples detonaciones de arma de fuego en la calle Adolfo Ruiz Cortines. Minutos después, un hombre yacía sin vida en la entrada de su domicilio. Su cuerpo fue abandonado como una advertencia macabra, como un mensaje cifrado en plomo.
La escena fue acordonada por los uniformados locales mientras llegaban peritos y ministeriales. La víctima, un masculino abatido con varios disparos, fue levantada y enviada al SEMEFO para practicarle la necropsia. Hasta el cierre de esta edición, la identidad no ha sido oficialmente confirmada, aunque en redes sociales comenzó a circular el nombre de Rafael Meza como posible víctima del ataque.
¿Quién era el ejecutado? ¿Por qué lo mataron? ¿Por qué nadie lo impidió?
Las preguntas flotan en el aire como el olor a pólvora tras la balacera. ¿Cómo es posible que en pleno centro de Tamiahua, a escasos metros de zonas concurridas, un hombre sea asesinado con absoluta frialdad sin que haya detenidos, sin que nadie sepa, sin que ninguna autoridad dé la cara?
Mientras la Fiscalía General del Estado emite comunicados fríos y ambiguos sobre la apertura de una carpeta por homicidio doloso, el pueblo vive la otra cara del expediente: el miedo, la incertidumbre, la sensación de que la justicia es un lujo para los poderosos y una ficción para los de abajo.
Tamiahua, sin paz ni gobierno efectivo
El crimen se suma a una creciente lista de hechos violentos en la región norte de Veracruz, donde Tamiahua —a pesar de su imagen turística y pesquera— ya no es ajena a la violencia que corroe al estado entero. ¿Dónde está el aparato de seguridad municipal? ¿Qué hace el gobierno estatal? ¿Qué clase de vigilancia existe si los sicarios pueden actuar con semejante impunidad?
No hay móviles claros, no hay sospechosos, no hay respuestas. Solo un cadáver, una cinta amarilla y un pueblo que va normalizando el horror.
Redacción Reportaje Veracruzano