Alerta RojaTihuatlánVeracruz Norte

RESCATAN A DOS SECUESTRADOS EN TIHUATLÁN TRAS PERSECUCIÓN ARMADA; HUIDA DE CAPTORES REVELA RED CRIMINAL EN LA REGIÓN

Una camioneta azul, dos víctimas atadas y amordazadas, casquillos regados en el asfalto y una nueva muestra de que el crimen organizado sigue operando impunemente en el norte de Veracruz.

Tihuatlán, Ver. – La violencia volvió a estallar este jueves en el municipio de Tihuatlán, donde un hombre y una mujer fueron rescatados por fuerzas de seguridad tras haber sido secuestrados y transportados amordazados dentro de una camioneta de color azul. El hecho ocurrió sobre la carretera que conecta a las comunidades de Zapotalillo y Miahuapan, una ruta cada vez más peligrosa y controlada por el crimen.

El operativo, que incluyó elementos de la Secretaría de Marina, Guardia Nacional y Policía Estatal, fue activado tras recibir reportes ciudadanos de movimientos sospechosos en la zona. Al interceptar el vehículo, las autoridades encontraron a las dos víctimas atadas de pies y manos, visiblemente desorientadas, mientras que los presuntos secuestradores lograron huir en otro automóvil, abandonando a sus víctimas para evitar el enfrentamiento directo.

La escena hablaba por sí sola: cartuchos percutidos en el pavimento, al menos tres vehículos asegurados, y un mensaje claro: la operación delictiva en esta zona es cada vez más organizada, violenta y audaz. Los vehículos fueron trasladados por grúas y puestos a disposición de la Fiscalía del Estado, mientras se realizan las diligencias correspondientes.

Hasta el momento, se desconoce la identidad de las personas liberadas, así como el lugar y circunstancias precisas en que fueron privadas de su libertad. Las autoridades mantienen hermetismo, aunque se espera un pronunciamiento oficial en las próximas horas.

Este rescate, aunque exitoso, deja en evidencia la fragilidad del estado de derecho en zonas rurales de Veracruz, donde los grupos criminales continúan operando con armas, vehículos y logística suficientes para ejecutar secuestros en movimiento sin mayor oposición.

¿Cuántas personas más están siendo trasladadas bajo amenazas similares por carreteras estatales?
¿Cuánto tiempo más podrán los delincuentes escapar impunemente, incluso en presencia de cuerpos de seguridad?

El caso Tihuatlán no es un incidente aislado. Es un síntoma más de un Veracruz profundamente infiltrado por redes delictivas, donde los rescates no son necesariamente sinónimo de justicia, sino de una lucha a medias entre un Estado que reacciona, pero que aún no previene ni desmantela el poder criminal que mantiene secuestrado al norte del estado.

Redacción Reportaje Veracruzano

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba