¿Fiscal o Farsante? El escandaloso paseo etílico del fiscal itinerante Sergio “N”, custodiado por policías municipales fuera de su jurisdicción

Usó patrullas, agentes y autoridad pública para escoltarse en estado de ebriedad por varios municipios. La impunidad lo cubrió.
Tantoyuca, Ver. – El escándalo y la impunidad volvieron a fusionarse en el norte de Veracruz. El fiscal itinerante Sergio “N”, adscrito a la Fiscalía Regional de Justicia con sede en Tantoyuca, protagonizó este fin de semana una verdadera vergüenza institucional: fue sorprendido completamente ebrio, de parranda, escoltado por elementos de la Policía Municipal de Ixcatepec… a bordo de una patrulla oficial y fuera de su jurisdicción.
El convoy irregular fue detectado luego de varias llamadas de emergencia al 911 que reportaban a un sujeto conduciendo de manera temeraria por diversas calles de Tantoyuca. Según los testigos, el conductor iba a punto de chocar en múltiples ocasiones, sin embargo, lo que más llamó la atención fue que el presunto borracho iba escoltado por una unidad policial del municipio de Ixcatepec, lo que encendió las alarmas.
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado movilizó a sus elementos, quienes ubicaron el vehículo Ford Focus gris en al menos tres ocasiones: primero en la calle Gabino Barreda, luego en la salida a Tempoal, y finalmente en la comunidad de Llano Grande, donde por fin fueron interceptados. Ahí se confirmó: el conductor era el propio fiscal Sergio “N”, completamente ebrio, acompañado por otro sujeto en igual estado, quien incluso vomitó sobre la carrocería del vehículo.
Los policías municipales confesaron que el fiscal los abordó y, haciendo uso de su poder, les ordenó escoltarlo hasta su casa, a pesar de su estado de ebriedad, para evitar ser detenido por cualquier otra autoridad. La patrulla y los agentes se desplazaron por más de un municipio violando todos los protocolos y normas de operación.
Lo peor vino después: a pesar de haber sido sorprendidos en flagrancia, ni el fiscal fue detenido ni el vehículo asegurado, y los policías regresaron tranquilamente a Ixcatepec. El reporte fue, literalmente, “borrado” por los elementos estatales, argumentando la investidura del ebrio como funcionario del Ministerio Público.
La ciudadanía hoy exige respuestas. ¿Con qué autoridad el fiscal ordenó a una patrulla realizar un servicio particular? ¿Qué castigo habrá para los policías municipales que abandonaron su deber en Ixcatepec para cuidar a un borracho? ¿Y qué hará la Fiscalía General del Estado frente a este abuso descarado de poder?
Cabe recordar que los mismos policías municipales de Ixcatepec ya habían sido detenidos en mayo por brindar servicio en estado de ebriedad, portando cartones de cerveza dentro de su unidad oficial. Es decir, los protagonistas de este nuevo escándalo ya tienen antecedentes de indisciplina, corrupción y desvergüenza.
El pueblo no olvida ni perdona. ¿Habrá justicia o nuevamente se impondrá la ley de Herodes?
Redacción Reportaje Veracruzano