TÚXPAN BAJO FUEGO: EJECUTAN A HOMBRE EN PLENA CALLE Y EL ALCALDE NO RESPONDE

El puerto norte de Veracruz se desangra mientras Jesús Fomperoza Torres y Rocío Nahle fingen que todo está bien
Túxpan de Rodríguez Cano, Veracruz.– La sangre volvió a teñir las calles de este municipio costero. Alrededor de las 14:00 horas de este lunes 4 de julio, dos hombres fueron víctimas de un ataque armado sobre la calle Galeana, en la colonia 5 de Julio. Uno de ellos perdió la vida de manera inmediata, cayendo sin defensa dentro de una tienda de abarrotes familiar; el otro fue trasladado con heridas de bala, gravemente herido.
Testigos reportaron al menos una docena de detonaciones. En el lugar de los hechos, autoridades contabilizaron cerca de 12 casquillos percutidos, evidencia de una ejecución a plena luz del día y con absoluta impunidad.

Minutos después del ataque, llegaron elementos de la Policía Municipal, Policía Estatal, Guardia Nacional y del Ejército Mexicano. Todos ellos repitieron el mismo protocolo de siempre: acordonar, mirar, tomar fotos… pero sin resultados reales, sin detenidos, sin justicia. Más tarde arribaron agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) para levantar el cadáver y realizar las diligencias de ley.
Túxpan vive una espiral de violencia que nadie quiere reconocer oficialmente.
Y aunque el dolor de las familias crece, el alcalde Jesús Fomperoza Torres permanece silente, torpe, ausente, más preocupado por quedar bien con sus padrinos políticos que por garantizar seguridad en el municipio que juró gobernar.

Por si fuera poco, desde la capital del estado, la gobernadora Rocío Nahle prefiere mirar hacia otro lado, minimizando el baño de sangre que golpea a los municipios del norte de Veracruz. Su discurso de control, seguridad y transformación ya no convence a nadie. La realidad los rebasa: el crimen organizado ha tomado las calles mientras el Gobierno “de la esperanza” hace como que no ve.
¿Hasta cuándo gobernará la negligencia y la cobardía?
Túxpan, como tantos municipios veracruzanos, es hoy territorio sin ley. Los homicidios se multiplican, los criminales se pasean armados, y los funcionarios públicos se esconden detrás de sus discursos vacíos.

Mientras la violencia se recrudece, la ciudadanía solo tiene una certeza: están solos.
Y no hay transformación que valga cuando lo que avanza en las calles no es la justicia, sino la muerte.
Por Marco Antonio Palmero Alpirez
Fotos: Marco Antonio Palmero Alpirez
Reportaje Veracruzano