Coatzacoalcos, Ver. – En pleno preludio a las celebraciones del Grito de Independencia, Coatzacoalcos vuelve a ser escenario de un violento episodio que sigue marcando a la ciudad como uno de los focos rojos de la inseguridad en el estado de Veracruz. El asesinato a balazos de dos hombres en el interior del centro botanero “Directy Bar”, ubicado en la calle Juárez de la colonia Manuel Ávila Camacho, suma dos víctimas más a la creciente ola de violencia en esta región.
El incidente ocurrió alrededor de las 4 de la tarde del jueves, cuando testigos reportaron haber escuchado al menos seis detonaciones de arma de fuego dentro del establecimiento. El pánico se apoderó de los presentes, quienes describieron cómo los agresores, presuntamente dirigidos contra las dos víctimas, abandonaron la escena antes de que las autoridades llegaran.
Las víctimas, identificadas como Julio González Paz, de 19 años, y Carlos Ramón Soto, de 34 años, fallecieron antes de recibir asistencia médica. Ambos habían sido detenidos días antes por la policía, luego de denuncias que los vinculaban a la venta de estupefacientes en el malecón. Según fuentes extraoficiales, estos hombres eran conocidos en el ámbito delictivo como “Chapulines”, sujetos que operan independientemente en la distribución de sustancias ilícitas, lo que podría sugerir que su asesinato fue un ajuste de cuentas dentro del ambiente del narcotráfico local.
Las autoridades continúan investigando el móvil del crimen, aunque las primeras versiones apuntan a la disputa por el control de la venta de drogas en la zona. Este doble homicidio eleva a 41 el número de personas ejecutadas en Coatzacoalcos en lo que va del 2024, con una abrumadora mayoría de 36 hombres y 5 mujeres entre las víctimas.
Este suceso refleja la cruda realidad de una región que vive bajo la sombra de la violencia y la impunidad. Coatzacoalcos, una ciudad con un alto índice de criminalidad, ha sido escenario de múltiples actos de violencia a lo largo del año, muchos de los cuales permanecen sin resolución, contribuyendo a una sensación de inseguridad y desesperanza entre sus habitantes. A pesar de la constante presencia de fuerzas de seguridad federales, estatales y municipales, la violencia continúa escalando, evidenciando la falta de control sobre las dinámicas del crimen organizado y su expansión en áreas urbanas.
El incremento de la violencia en Coatzacoalcos no es un fenómeno aislado; es un reflejo de la situación crítica que se vive en todo el estado de Veracruz, donde los feminicidios, los ajustes de cuentas y los homicidios relacionados con el narcotráfico se han convertido en una constante que ninguna estrategia de seguridad ha logrado frenar. La falta de un plan efectivo y sostenido en el tiempo para combatir el crimen organizado, y la creciente debilidad de las instituciones de seguridad, son factores que alimentan esta espiral de violencia.
El llamado a las autoridades es urgente: la población demanda soluciones reales, no promesas vacías, para frenar la ola de violencia que sigue cobrando vidas de manera impune.
Redacción Reportaje Veracruzano