El Estado en silencio: 39 asesinatos en Coatzacoalcos revelan el colapso de la seguridad en Veracruz

Coatzacoalcos, Ver. – El brutal asesinato de José Alberto García Hernández, un empleado de la empresa Maxi Carne, se suma a una larga lista de crímenes que evidencian la total ineficacia de las autoridades locales y estatales para garantizar la seguridad en la región. La mañana del domingo, García Hernández fue ejecutado en su propio hogar, a pesar de estar inscrito en una red de vecinos vigilantes. Tres sujetos irrumpieron en su domicilio en la colonia San Silverio y lo acribillaron sin piedad, ante la completa ausencia de las fuerzas de seguridad.

El ataque, que ocurrió a plena luz del día, alrededor de las 10:40 a.m., es solo uno de los 39 homicidios violentos que han ensangrentado las calles de Coatzacoalcos en lo que va del año. Lo más alarmante es que, a pesar de la creciente cifra de víctimas —24 hombres y 5 mujeres—, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) parece más interesada en emitir comunicados vacíos que en detener la escalada de violencia que tiene aterrorizada a la población.

¿Cómo es posible que, en una ciudad supuestamente vigilada por patrullas y operativos de seguridad, los ciudadanos sigan siendo ejecutados en sus propias casas? ¿Qué acciones concretas ha tomado el gobierno estatal ante este incesante derramamiento de sangre? Estas son las preguntas que las autoridades se rehúsan a contestar, mientras las familias siguen recogiendo los cuerpos de sus seres queridos.

Es evidente que el gobierno de Veracruz y la SSP han fallado rotundamente en su misión más básica: proteger la vida de los ciudadanos. ¿De qué sirven los despliegues de la Guardia Nacional y los operativos si los criminales actúan con total impunidad? Mientras tanto, la cifra de homicidios sigue aumentando, y la ciudadanía se encuentra a merced del crimen organizado, sin respuestas ni soluciones.

La situación en Coatzacoalcos refleja un colapso del estado de derecho y la incapacidad absoluta del gobierno para frenar esta ola de violencia que ahoga a Veracruz. ¿Cuántas vidas más tienen que perderse antes de que las autoridades reconozcan su responsabilidad y actúen de manera efectiva?

Redacción Reportaje Veracruzano