La inteligencia artificial es más peligrosa que cualquier bomba
, señala Ridley Scott
Europa Press
Periódico La Jornada
Sábado 25 de noviembre de 2023, p. 7
Madrid. Este fin de semana llegó a los cines Napoleón, la nueva película de Ridley Scott en la que el director de Gladiator o Alien recrea el ascenso y caída del líder francés que logró conquistar media Europa.
Una cinta protagonizada por Joaquin Phoenix, uno de los pocos actores del mundo que, segúnScott, está capacitado para lidar con un reto como este, y con la que el director logra cumplir el sueño que dejó pendiente su admirado Standley Kubrick, cineasta al que no duda en citar en cuanto tiene ocasión, aunque sea para hablar de otros menesteres más actuales pero que son, a su jucio, incluso más peligrosos que un caudillo corso temerario, insaciable y desatado.
El primer montaje de Napoleón, la versión del director que se verá el próximo año en streaming por medio de Apple TV+, contaba con un metraje superior a las cuatro horas. En un ejercicio de síntesis, tras el que ciertamente se resienten algunos de los pasajes fundamentales de la trayectoria política, bélica y personal del conquistador francés,Scott ha reducido la duración de este repaso al galope de las andanzas de Bonaparte hasta los 158 minutos.
Poco más de dos horas y media articuladas sobre las dos grandes pasiones / obsesiones de Napoleón: Josefina y el campo de batalla. Tienes que saber cuándo estás contando una historia y cuándo estás aburriendo al público
, asegura Scott en una entrevista concedida durante su visita a España para promocionar el filme.
La IA es un monstruo
Pero aunque en esta, como en otras muchas de sus películas, se haya ayudado de la tecnología, lo cierto es que el director de El reino de los cielos o Thelma & Louise cree que más allá de su uso en el cine, en términos globales, la tecnología, y concretamente la inteligencia artificial, es un monstruo que hay que temer. Y mucho.
“Estoy muy preocupado por la IA, incluso ya hice hace años dos películas sobreests. Ash en Alien era un robot infiltrado por la corporación que tenía órdenes de que el cargamento (el huevo de xenomorfo conocido como el octavo pasajero) era más importante que cualquiera de las personas de la nave. Y Blade Runner era sobre una súper IA que está en un planeta fuera del nuestro mundo, que sólo puede ser Marte, donde habría una explotación minera”, recuerda para, acto seguido, terminar con las siempre complacientes autoreferencias para volver a su adorado Kubrick.
“Así que… ya mencioné esas cosas cuando hice ciencia ficción, ¿verdad? Pero el primero el alertar del gran peligro fue Stanley Kubrick con Hal 9000, afirma en referencia al superordenador de 2001: Una odisea en el espacio que acaba matando a varios tripulantes de la Discovery 1 en un claro augurio del peligro futuro ante la dominación de la máquina sobre el hombre. “Hal dirigía la nave y era más importante como que cualquier otra persona de la tripulación”, recalca.
Y a la hora de enfrentar el reto de la IA, el cineasta cree que la clave, y también la trampa, está en cómo articular un mecanismo de control, pero a su vez habría que preguntarse quién o cómo se somete a dicho mecanismo de contingencia. Y es precisamente esa falsa sensación de control lo que, según Scott, podría desatar graves consecuencias a gran escala.
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