Daniel López Aguilar e Israel Campos Mondragón
Periódico La Jornada
Lunes 8 de enero de 2024, p. 6
De 1988 hasta el día de su muerte, en 1994, Kurt Cobain plasmó sus pensamientos más íntimos en un diario. En cartas, dibujos, comentarios humorísticos y esbozos de letras de canciones, el vocalista y líder de la agrupación estadunidense Nirvana legó un testimonio de primera mano que puede considerarse su mejor biografía.
No leas mi diario en mi ausencia. Vale, ahora me voy a trabajar. Esta mañana, cuando te levantes, por favor, lee mi diario y trata de entenderme
, escribió el cantante, considerado la estrella de rock más influyente de su generación.
Publicados en español en 2003 por la editorial Reservoir Books, con edición de Clara Drechsler y Harald Hellmann, Kurt Cobain: diarios (2002) revelaron a un artista que defendía los derechos de las mujeres, lidiaba con la heroína, amaba la música y el arte en general, pero al mismo tiempo se frustraba con la fama y sufría de continuos dolores estomacales.
“La televisión es lo peor que hay en este planeta –aseguraba el guitarrista zurdo–. Mis letras son un montón de contradicciones. Se dividen a partes iguales entre opiniones y sentimientos sumamente sinceros y refutaciones sarcástico-humorísticas, espero, hacia los estereotipados ideales bohemios, desfasados hace años.
“Me gusta seguir la carrera de los artistas en sus inicios, cuando luchan por conseguir el éxito. Me gusta saber todo sobre ellos, y si no se dispone de la suficiente información, bastará con la prensa sensacionalista.
Me gusta el punk. Me gustan las chicas de ojos raros. Me gustan las drogas (pero ni mi cuerpo ni mi mente me permiten tomarlas). Me gusta la inocencia y las cosas bien hechas. Me gusta la clase obrera y le estoy agradecido por permitir con su existencia que los artistas no tengan que trabajar en empleos de baja categoría.
Poco después de que el libro fuera lanzado a nivel mundial, la prensa estadunidense se mostró benévola e incluso lo calificó de lectura convincente; una mirada al proceso creativo de uno de los verdaderos artistas del rock
, además de que simple y llanamente, Kurt Cobain era un jodido genio… Se trata de una biografía esencial para cualquiera que busque comprender a la estrella del pop más importante de los 90
.
Los seguidores del ícono del grunge (de Aberdeen, Washington) reconocieron que tanto la música de Cobain como su apariencia reflejaban el disgusto por las reglas sociales establecidas.
Los pantalones de mezclilla rotos, las camisas de franela, los suéteres estilo César Costa de los años 60 y los tenis Converse fueron el sello distintivo que el vocalista impuso en la moda juvenil a nivel mundial.
En pocas palabras, Kurt es uno de mis héroes. Si él también es uno de los tuyos, entonces lee sus diarios. No te arrepentirás. Desafortunadamente, el rock murió con él. No me explico por qué se suicidó, es algo que me enoja bastante
, puntualizó uno de sus seguidores en la plataforma Amazon.
El cuerpo de Cobain fue hallado el 8 de abril de 1994. La causa de su muerte fue una herida autoinfligida
en la cabeza por una escopeta (alrededor de tres días antes), aunque la autopsia reveló también drogas en su cuerpo.
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