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Pocos o ningún mexicano olvida aquella vez que en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 un mexicano se subió al trampolín de 3 metros para ejecutar un clavado casi perfecto que, además de llevarse las palmas de más de 20 mil personas en el Centro Acuático, le valió para consagrarse con la medalla de plata, haciéndole honor a su apellido: Fernando Platas y dedicarse a esto en este 2024.
Dos veces abanderado mexicano en aquellos inolvidables Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y en Atenas, además de participar en Seúl 1988, Barcelona 1992, Atlanta 1996 y los de 2004, luego de los cuales decidió retirarse para dedicarse a esto, Fernando Platas, nacido el 16 de marzo de 1973 en la Ciudad de México (antes Distrito Federal) comenzó a practicar el deporte de los clavados y saltos ornamentales desde que era joven, para en 1990 ganar también dos pruebas en Alemania en la plataforma de 10 metros y tres medallas en los Centroamericanos y del Caribe en la CDMX.
La plata en Sydney 2000, sin duda su mejor momento
Ganador de plata en los Mundiales de la Federación Internacional de Natación luego de consagrarse en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, Fernando Platas aseguró que para él ese momento fue único: “Los buenos y malos momentos se te vienen a la mente, toda la experiencia que has desarrollado se hace presente y todo está como lo planeaste. Estás frente a 20 mil espectadores, a punto de realizar tu último clavado y las piernas te tiemblan, se te sale el corazón, pero lo disfrutas: Estás hecho para eso, te gusta y te exiges más”.
Y añadió: “Tienes que estar entrenado mentalmente; el atleta tiene dos herramientas importantes: La visualización de sí mismo en la competencia y la exigencia de conocerse, saber qué le gusta, cómo se siente anímica y mentalmente y cómo puede afrontar el reto”, reconoció quien inició su carrera por casualidad, ya que sus papás estaban interesados en su salud debido al asma que padecía su mamá: “Caí en uno de los deportes donde México es potencia a nivel mundial”.
Esto pasó con Fernando Platas luego de su plata en Sydney 2000
Tras convivir con medallistas olímpicos como Joaquín Capilla, Álvaro Gaxiola y Carlos Girón, Fernando Platas quiso ser medallista olímpico, sueño que finalmente consiguió para ahora como adulto contemporáneo comenzar a aprender todo, desde cómo alimentarte hasta cómo retomar el ejercicio. Ya no lo haces como atleta de alto rendimiento, sino por salud, siempre disfrutando y con tranquilidad”.
Dedicado a las consultorías y a la mercadotecnia deportiva, el afamado clavadista mexicano continúa ayudando en el Comité Olímpico Mexicano y del IMSS, pues su día inicia corriendo por la mañana, lleva a sus hijos a la escuela y después va a su oficina para llegar temprano a casa para estar con su familia. El deporte que practica actualmente es el atletismo porque “me permite estar en mi mundo. Si te subes a una banda puedes estar concentrado o ver una película o una serie y si corres en la calle es padrísimo, sientes el frío en tu cara, ves gente y te distraes”.