Acayucan, Ver.- La noche de este domingo 23 de junio se convirtió en una auténtica pesadilla para los habitantes del barrio San Diego, cuando un hombre armado desató una balacera contra elementos de la Policía Estatal. Los hechos, que parecen sacados de una película de acción, ocurrieron en plena vía pública, sembrando el pánico y la desesperación entre los vecinos.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, en su rutinario patrullaje por la calle Belisario Domínguez y Porvenir, detectaron a un sujeto que actuaba de manera sospechosa. Lo que parecía una simple identificación rutinaria, se convirtió en una batalla campal cuando el hombre, al notar la presencia policial, abrió fuego contra los uniformados. Los policías, en un acto heroico y desesperado, respondieron al ataque.
Según testigos, el hombre huyó despavorido, buscando refugio en el parque “Temoyo”. La persecución, acompañada de un intercambio incesante de disparos, transformó las tranquilas calles de Acayucan en un campo de guerra. Los vecinos, aterrados, se apresuraron a llamar a las líneas de emergencia, mientras se atrincheraban en sus casas para protegerse de las balas perdidas.
En el lugar de los hechos, la policía encontró evidencia que apunta a la gravedad del enfrentamiento: dos casquillos de arma larga y uno de arma corta. Esta prueba tangible del tiroteo alimenta aún más el miedo y la incertidumbre en la comunidad, que se pregunta cuántas armas más hay en manos de delincuentes.
El hombre, que presuntamente había abandonado una motocicleta minutos antes en la calle Guadalupe Victoria y Benito Juárez, continúa siendo un misterio. Hasta el momento, no se sabe si la policía logró capturarlo, dejando a la población en un estado de alerta constante y con la incertidumbre de tener a un peligroso criminal suelto en las calles.
Este incidente subraya la urgente necesidad de reforzar la seguridad en Acayucan. Los ciudadanos claman por una respuesta contundente de las autoridades para garantizar su protección y devolver la paz a sus vidas cotidianas.
La noche del 23 de junio será recordada como una de las más aterradoras en la historia reciente de Acayucan, donde la violencia y el miedo se apoderaron de un barrio que solo pide vivir en paz.
Redacción Reportaje Veracruzano
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