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Policías estatales: de guardianes a ladrones con placa en Veracruz

Campesinos denuncian robo, abuso de autoridad y extorsión en Ayahualulco; la FGE y Rocío Nahle, en silencio

Xalapa, Veracruz – La impunidad tiene uniforme y patrulla en Veracruz. Campesinos de la congregación Los Altos, municipio de Ayahualulco, se manifestaron en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada para denunciar un atraco descarado perpetrado por policías estatales, quienes les confiscaron su camión, los despojaron de 30 mil pesos en efectivo y los encarcelaron con pretextos absurdos.

El productor de papa José Andrés Fertos narró que el 6 de diciembre, al regresar de vender su cosecha en Xalapa, fueron interceptados en Zimpizahua, Coatepec. Los uniformados los bajaron con violencia, les arrebataron el dinero de la venta y, sin más, incautaron su vehículo. La razón oficial: una “falta administrativa” sin fundamentos.

Pero la extorsión no terminó ahí. Los campesinos fueron remitidos a la policía municipal de Coatepec, donde les exigieron 800 pesos de multa por persona para liberarlos. Sin embargo, su camión fue enviado a un corralón operado por una empresa privada que ahora pide la escandalosa cifra de 95 mil pesos para devolverlo.

La Fiscalía: cómplice del abuso

Indignados, los afectados presentaron la denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), pero a casi un mes del atraco, la carpeta de investigación ni siquiera ha sido integrada. Los campesinos, abandonados por las autoridades que deberían protegerlos, ahora enfrentan un bloqueo burocrático que solo favorece a los delincuentes con uniforme.

Exigen la intervención de Rocío Nahle

Durante la manifestación, los productores hicieron un llamado urgente a la gobernadora Rocío Nahle para que actúe de inmediato, pues el cobro del corralón sigue aumentando cada día. Además, exigieron que Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) investigue y castigue a los elementos responsables de este abuso.

¿Quién protege a los ciudadanos en Veracruz?

El caso de los campesinos de Ayahualulco es una muestra brutal de cómo en Veracruz los policías han pasado de ser servidores públicos a delincuentes con placa, extorsionando, robando y amedrentando a ciudadanos indefensos. Mientras tanto, la FGE y el gobierno estatal guardan un silencio cómplice, dejando en claro que en esta administración, la justicia es solo un espejismo.

Redacción Reportaje Veracruzano

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