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Poza Rica en llamas: La ciudad sumida en el terror mientras las autoridades guardan silencio

Poza Rica, Ver. – La violencia en Poza Rica ha alcanzado niveles alarmantes, convirtiendo a la ciudad en un campo de batalla sin ley, donde los ciudadanos viven en constante miedo y las autoridades parecen ser meras espectadoras del caos. En una sola jornada, este 29 de enero, la ciudad fue testigo de ataques armados, balaceras y actos de sabotaje en sus principales vialidades, sin que el alcalde Fernando Luis Remes Garza muestre liderazgo o estrategias para frenar esta ola de terror.

Tres ataques en un solo día: Poza Rica, tierra de nadie

La tarde de ayer miércoles, sujetos armados desataron el pánico en la colonia 27 de Septiembre al abrir fuego contra una tienda de conveniencia ubicada en la calle Montes de Oca esquina con Honduras. Al menos tres impactos de bala perforaron los cristales del establecimiento, obligando a clientes y empleados a resguardarse como pudieron. Los atacantes, a bordo de un vehículo, huyeron sin dejar rastro.

Horas después, un nuevo tiroteo estremeció la colonia Independencia, frente al campo Miguel Alemán. Elementos de la Policía Estatal hallaron 13 casquillos percutidos, pero ni rastro de los responsables. A pesar de los operativos de búsqueda, no hubo detenidos, demostrando la ineficacia de los cuerpos de seguridad que, en teoría, deberían estar protegiendo a la población.

Pero el terror no terminó ahí. El Boulevard Adolfo Ruiz Cortines, una de las principales arterias de la ciudad, se convirtió en un caos cuando desconocidos arrojaron ponchallantas a la altura del banco Banorte y el distribuidor vial de Poza Rica. Automovilistas quedaron varados con neumáticos destrozados, generando afectaciones a la movilidad y sembrando aún más el miedo entre los ciudadanos.

Poza Rica hundida en la violencia… ¿y el gobierno?

La crisis de seguridad en Poza Rica no es nueva, pero lo ocurrido ayer 29 de enero expone una escalada sin precedentes en la impunidad con la que operan los delincuentes. Levantones, balaceras, ataques a las vías de comunicación y atentados directos contra comercios son «el pan de cada día» en la urbe petrolera, sin que el alcalde Fernando Luis Remes Garza tome postura, implemente estrategias o siquiera dé la cara a los ciudadanos.

Los recientes cambios en los mandos de la Policía Estatal y Municipal han sido un fracaso rotundo. No han traído mejoras en la seguridad, sino que han evidenciado el descontrol total del crimen organizado sobre la ciudad.

Redacción Reportaje Veracruzano

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