ROCÍO NAHLE ANTE EL CONGRESO: UNA COMPARECENCIA QUE EXHIBIÓ LAS BRECHAS ENTRE EL DISCURSO OFICIAL Y LA REALIDAD DE VERACRUZ
Por Reportaje Veracruzano
Xalapa, Ver., 3 de diciembre de 2025
La comparecencia de la gobernadora Rocío Nahle ante el Congreso local se convirtió en un ejercicio que, aunque cuidadosamente preparado para proyectar estabilidad y control, terminó mostrando fisuras profundas entre el mensaje político y los hechos que hoy definen la vida en Veracruz.
El contraste fue evidente: mientras desde el atril se presentaba una narrativa de avances, afuera persistían los datos y eventos que cuestionan de raíz esa versión oficial.
I. Seguridad: el dato que desmontó la narrativa triunfalista
Nahle sostuvo que Veracruz es actualmente uno de los estados “más seguros del país”, apoyándose en cifras que su administración ha difundido durante los últimos meses.
Sin embargo, la propia coyuntura del día terminó por desmentirla: 10 homicidios registrados en las 48 horas previas a su comparecencia.
Este dato —duro, puntual e imposible de matizar— fue resaltado por medios nacionales y se convirtió en el punto más crítico de la jornada.
La gobernadora no explicó por qué la violencia en la entidad mantiene picos recurrentes ni detalló estrategias claras de contención, inteligencia o desarticulación criminal. Fue, sin duda, la omisión más grave.
II. Prioridades presupuestales: incrementos arriba, rezagos abajo
Otro de los puntos que generó cuestionamientos serios es el aumento del 25% al salario de la gobernadora y altos funcionarios, contemplado en el proyecto presupuestal.
El gesto resulta políticamente insostenible en un estado golpeado por inundaciones recientes, rezagos estructurales, carencias municipales y una percepción social de abandono en regiones completas.
Mientras se anuncia mayor gasto en la alta burocracia, rubros sensibles —protección civil, derechos humanos, infraestructura regional, movilidad y seguridad preventiva— apenas registran incrementos marginales.
El Congreso escuchó los números, pero la justificación quedó débil y poco convincente.
III. Inundaciones y respuesta gubernamental: avances sí, pero rezagos también
Nahle destacó avances en la atención a damnificados y obras de reconstrucción en el norte tras las inundaciones.
No obstante, evitó profundizar en críticas ciudadanas sobre falta de coordinación, apoyos tardíos y comunidades que aseguran no haber recibido respaldo oportuno durante los primeros días del desastre.
La comparecencia dejó una impresión: se informaron logros, pero se omitieron los pendientes.
IV. Los temas que quedaron fuera: nepotismo, operativos fallidos y presencia criminal
Hubo preguntas tácitamente ignoradas o evadidas.
No se abordaron con claridad:
- Señalamientos de nepotismo en municipios clave.
- Inconsistencias en operativos de seguridad.
- Incremento de desapariciones en regiones del norte y sur.
- Expansión del crimen organizado en zonas donde el gobierno insiste en “control y normalidad”.
Estas ausencias fueron notadas dentro y fuera del Congreso.
En un ejercicio de rendición de cuentas, lo que no se dice pesa tanto como lo que se afirma.
V. Entre la forma y el fondo: un acto político más que un examen de gobierno
La comparecencia tuvo el tono —y la estética— de un acto político cuidadosamente controlado.
Hubo acompañamiento, narrativa cohesionada y una estrategia clara de contención discursiva.
Pero el fondo no estuvo a la altura del momento histórico.
Veracruz atraviesa una etapa marcada por violencia, desigualdad regional, reclamos ciudadanos y desconfianza hacia la autoridad.
En ese contexto, el informe de hoy dejó más preguntas que respuestas.
CONCLUSIÓN: Un gobierno que habla de un Veracruz ideal mientras el Veracruz real exige respuestas
Rocío Nahle presentó un informe que, en el papel, buscó reforzar la imagen de eficiencia y resultados.
Sin embargo, la falta de respuestas claras a temas críticos —seguridad, prioridades presupuestales, operación gubernamental— evidenció una distancia preocupante entre la visión oficial y la realidad cotidiana del estado.
La gobernadora cerró su comparecencia en control del micrófono, pero no del mensaje.
El contraste entre discurso y hechos quedó expuesto, y la ciudadanía veracruzana, una vez más, quedó sin las respuestas de fondo que exige un estado marcado por desafíos urgentes.
El tiempo dirá si esta comparecencia fue un punto de inflexión… o simplemente otro capítulo en la creciente brecha entre el gobierno y el Veracruz que vive, sufre y espera.
Redacción Reportaje Veracruzano
