¡Corrupción al volante! Taxistas de Tuxpan acusan de “rata” al delegado de Transporte Público y colapsan la ciudad

Tuxpan, Ver. – La indignación llegó a su punto máximo. Cansados de los abusos, extorsiones y el caos en el transporte público, taxistas de diversas rutas tomaron el puente de Tuxpan en una protesta que paralizó la ciudad. ¿El blanco de su furia? El delegado de Transporte Público, identificado como “Gufy”, a quien acusan de corrupción descarada y de operar una maquinaria de chantajes que asfixia al gremio.
Un delegado convertido en verdugo de los transportistas
Las quejas contra Gufy no son nuevas, pero la paciencia se agotó. Según los manifestantes, el delegado ha convertido su cargo en una mina de oro personal, exigiendo “moches” para trámites, ignorando el transporte pirata y utilizando su puesto para presionar y extorsionar a los verdaderos trabajadores del volante.
El cierre del puente de Tuxpan no fue solo un acto de desesperación, sino un grito de auxilio ante la complicidad de las autoridades estatales, que hasta ahora han permitido que esta red de abusos prospere sin freno.

Caos, tráfico y una ciudad secuestrada por la corrupción
La protesta desató el caos en la ciudad. El puente, una de las principales arterias de comunicación, quedó completamente bloqueado, afectando a miles de ciudadanos. Mientras tanto, las autoridades de vialidad y Transporte Público brillaban por su ausencia o simplemente se limitaban a observar el estallido de la crisis que ellos mismos han provocado.
El malestar entre los taxistas crece, y con razón. La falta de regulación ha permitido que las calles de Tuxpan se llenen de transporte irregular, mientras que los concesionarios legítimos son perseguidos con multas arbitrarias y cuotas ilegales. ¿Por qué el delegado permite esto? La respuesta es evidente: corrupción.
¿Hasta cuándo? ¿Habrá consecuencias?
El delegado Gufy tiene mucho que explicar, pero hasta ahora, su estrategia ha sido el silencio. ¿Seguirán las autoridades estatales protegiéndolo? ¿O se atreverán a limpiar el nido de corrupción que ha convertido el transporte público en un botín para unos cuantos?
Los taxistas ya alzaron la voz. Ahora, le toca al gobierno demostrar si está del lado de la legalidad o si seguirá encubriendo a quienes lucran con el desorden y el abuso.
Redacción Reportaje Veracruzano