Javier Hernández Candanedo: la impunidad de un alcalde que se burla de la ley y de Rocío Nahle

Misantla se ha convertido en un escenario de cinismo político sin precedentes, cortesía de su alcalde, Javier Hernández Candanedo, quien sigue ignorando las resoluciones judiciales como si fueran simples sugerencias. Cuatro sentencias firmes ordenan el pago de salarios caídos a los agentes municipales, pero el munícipe ha decidido que la justicia no es para él.
Hace 17 días, la gobernadora Rocío Nahle le ordenó sin rodeos: “¡Paga!”, pero al edil le valió sorbete. Ni siquiera el jalón de orejas de la mandataria estatal lo hizo reaccionar. Desde el primer día de su administración debió haber acatado las órdenes judiciales, pero con la soberbia que lo caracteriza, simplemente decidió ignorarlas. Ni presupuestó el pago ni tuvo la más mínima intención de cumplir.

Los agentes municipales se manifestaron pacíficamente para recordarle a la gobernadora Nahle que su autoridad también está siendo pisoteada. Si Hernández Candanedo se atreve a desafiar a la jefa del Ejecutivo estatal, ¿qué esperanza tienen los ciudadanos de Misantla de que los respete?
Ya no bastan las multas: este alcalde se ríe de la ley
El caso ha llegado a tal grado de descaro que las multas ya no son una medida efectiva. Hernández Candanedo simplemente las paga (si es que las paga) y sigue en su negativa, como si el erario municipal fuera su cuenta personal. A estas alturas, lo que corresponde es una sanción más severa, que lo obligue de una vez por todas a cumplir con la justicia.

Pero el alcalde no solo es experto en desobedecer la ley, también pretende perpetuar su linaje en el poder. En un arranque de nepotismo descarado, busca imponer a su hija Marlen Hernández como candidata a la alcaldía. Y aunque recientemente se aprobó una ley contra el nepotismo, habrá que ver si se aplica o si queda como letra muerta.
Si el pueblo de Misantla necesita una razón para unirse en su contra, aquí la tiene. La candidatura de su hija sería un lujo… para la oposición, porque sería el catalizador perfecto para que los misantecos le den la espalda y lo hagan perder por completo.
El regaño público de Rocío Nahle: un show sin consecuencias
Hace unos días, en plena gira presidencial, Nahle reprendió públicamente a Hernández Candanedo. Cuando el alcalde se acercó a su camioneta para “presentarse”, la gobernadora no perdió tiempo y le exigió pagar de inmediato los salarios caídos.

La respuesta del alcalde fue una burla: “los voy a pagar en cómodos pagos”. ¿Se cree una tienda departamental? ¿Es así como maneja las finanzas del municipio?
Esta escena dejó en claro dos cosas:
1. Javier Hernández Candanedo no tiene la menor intención de obedecer ni a la ley ni a Rocío Nahle.
2. Si la gobernadora permite que este caso quede impune, su autoridad quedará en entredicho.
El alcalde de Misantla no solo es un ratero político, sino un ejemplo de cómo la impunidad sigue reinando en Veracruz. La pregunta es: ¿hasta cuándo lo van a permitir?
Redacción Reportaje Veracruzano