Pemex sepulta su propia historia en Poza Rica: el lujo petrolero convertido en ruinas

La decadencia de la élite petrolera: de símbolo de poder a tierra de nadie
Poza Rica, Ver.- El abandono de Pemex ha llegado a su máxima expresión. Lo que antes fue la zona residencial más exclusiva de la ciudad, hogar de altos funcionarios, ingenieros y especialistas de la industria petrolera, hoy es un cementerio de concreto invadido por la maleza y la desidia gubernamental.
La denuncia realizada en redes sociales, respaldada con impactantes fotografías, pone en evidencia la vergonzosa realidad de la otrora privilegiada colonia del Interior del Campo Pemex. Donde antes se erguían viviendas impecables y zonas de estacionamiento pulcras, hoy la naturaleza está reclamando lo que Pemex decidió olvidar.

El colapso de esta zona residencial –que abarca las colonias Loma Bonita, Buenos Aires, Chula Vista y Medias Lomas– es un reflejo cruel de la decadencia del sector petrolero en la región y la incompetencia de quienes se aferran a un Pemex que ya no existe.
De la élite al olvido: el desplome de una ciudad petrolera
Esta área residencial no fue construida para cualquier empleado. Durante los años dorados del petróleo, aquí solo vivía la élite de Pemex: los de confianza, los de más alto rango, los que disfrutaban de los privilegios del monopolio energético del país. Mientras en el resto de la ciudad la vida transcurría con limitaciones, en estas calles se vivía el lujo del auge petrolero.
Pero hoy, esas mismas residencias son testigos del colapso de la industria en Poza Rica. Ya no hay inversiones, ya no hay empleos bien pagados, ya no hay la misma Pemex que sostuvo la ciudad por décadas. Y, en su lugar, ha quedado el abandono, el deterioro y la maleza devorando la historia de un pasado mejor.
Un Pemex ausente, una ciudad en ruinas
Pemex no solo abandonó esta zona residencial. Abandonó a Poza Rica. Lo que fue el corazón petrolero del país ahora es una ciudad sumida en el desempleo, la migración forzada y la indiferencia de las autoridades.

¿Dónde están los responsables del mantenimiento de estos espacios?
¿Por qué se prefiere dejar que estas casas se caigan a pedazos en lugar de darles un uso social?
¿Cuándo va a asumir Pemex su responsabilidad en la decadencia que ha provocado?
El enojo ciudadano es evidente. Mientras unos exigen que Pemex al menos conserve las estructuras en pie, otros cuestionan por qué se permite que el deterioro avance mientras hay familias sin hogar.
Lo cierto es que esta zona, que alguna vez representó el poder económico de Poza Rica, ahora es el símbolo de su declive. Y lo peor es que parece que a Pemex no le importa.
Si esto ocurre con las colonias donde alguna vez vivieron los altos mandos petroleros, ¿qué se puede esperar para el resto de la ciudad?
José Roberto Palmero Alpirez
Reportaje Veracruzano