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Impunidad en Tuxpan: asesinato de empresario sigue sin resolverse

Ni una sola pista, ni un solo detenido; la violencia avanza mientras las autoridades fallan

Tuxpan, Ver.- Han pasado 24 horas desde el brutal asesinato del empresario Víctor Poisot Bermejo, ejecutado a plena luz del día dentro de su propia oficina inmobiliaria, en una de las avenidas más transitadas de la ciudad. Y a pesar de la impresionante presencia de militares, marinos, Guardia Nacional, retenes y puntos de revisión, las autoridades no tienen ni una sola pista de los asesinos.

¿De qué sirve la presencia militar si los sicarios actúan con total impunidad?

El crimen no ocurrió en un paraje abandonado ni en una zona de difícil acceso. Ocurrió en pleno centro de Tuxpan, sobre el bulevar Jesús Reyes Heroles, en un tercer piso donde los sicarios entraron, ejecutaron a su víctima y salieron sin que nadie los detuviera. ¿Cómo es posible que en una ciudad repleta de fuerzas de seguridad, los asesinos pudieran escapar sin dejar rastro?

Lo que debería ser un golpe certero contra el crimen organizado se ha convertido en un vergonzoso ejemplo de impunidad. La Policía Municipal, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, la Marina y la Fiscalía General del Estado han sido incapaces de esclarecer el homicidio, mientras que la Guardia Nacional –cuya presencia en Tuxpan es supuestamente para garantizar la seguridad– no ha logrado más que montar retenes inútiles que poco hacen para frenar la violencia real.

El silencio oficial y la desesperación de la sociedad

Hasta el momento, ninguna autoridad ha dado una versión clara sobre el caso. No hay líneas de investigación públicas, no hay sospechosos, no hay nada. El crimen sigue impune, y con cada hora que pasa, la desconfianza de la sociedad crece.

En redes sociales, familiares, amigos y conocidos de Víctor Poisot han expresado su consternación y dolor por su muerte, recordándolo como un hombre trabajador y lamentando la inseguridad que azota a la ciudad. Las condolencias se multiplican, pero la justicia sigue sin aparecer.

Tuxpan, que en teoría debería estar blindado por la presencia de fuerzas federales y estatales, se ha convertido en un territorio donde los asesinos operan sin miedo a ser atrapados. Y mientras la violencia sigue cobrando víctimas, la ciudadanía se pregunta: ¿cuál es el verdadero propósito de la presencia militar en la ciudad si los crímenes quedan sin resolver?

Una justicia inexistente

Este asesinato no es un caso aislado. Es el reflejo de un sistema de seguridad ineficaz, una fiscalía que no investiga y una estructura gubernamental que permite que la impunidad siga reinando.

El homicidio de Víctor Poisot Bermejo es un llamado urgente a las autoridades para que dejen de simular y actúen con contundencia. Porque si ni siquiera un empresario con nombre y reputación en la ciudad puede obtener justicia, ¿qué le espera al ciudadano común?

Tuxpan exige respuestas. Tuxpan exige justicia. Y si las autoridades no son capaces de darla, entonces deberán responder por su incapacidad, su negligencia y su vergonzoso fracaso en garantizar la seguridad de su gente.

Redacción Reportaje Veracruzano

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