Ciberataques paralizan agencias del gobierno de Veracruz, exponiendo vulnerabilidades sistémicas

Un sofisticado ciberataque ha dejado en ruinas la infraestructura digital de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), paralizando sus operaciones desde el lunes y dejando sus plataformas en línea inaccesibles hasta este viernes. La vulneración, confirmada por el Departamento de Informática de la SEV, ha interrumpido desde la gestión de nóminas hasta los procesos de reasignación de personal, sumiendo a una de las instituciones más críticas del estado en un limbo operativo.
Mientras tanto, un ataque paralelo contra la Secretaría de Salud, detectado el miércoles, ha agravado la crisis, generando serias dudas sobre la preparación del gobierno en materia de ciberseguridad y su capacidad para responder ante una amenaza creciente.
El sitio web oficial de la SEV y su portal administrativo clave, www.rechum.sev.gob.mx, permanecen fuera de servicio, cortando el acceso a funciones esenciales. Los empleados no pueden procesar pagos, aplicar descuentos, emitir bonos ni gestionar traslados a través de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAM). Los datos financieros —vitales para la vasta burocracia de la institución— también están fuera de alcance. Personal de oficinas centrales, la Dirección General de Telebachillerato, el Consorcio Clavijero, órganos internos de control y delegaciones regionales reportan estar prácticamente inactivos. Algunos supervisores han pedido a los trabajadores llevar sus computadoras personales y utilizar su propia conexión a internet en un intento desesperado por rescatar algo de productividad, una medida improvisada que pone en evidencia la magnitud de la disrupción.
El Departamento de Informática ha reconocido el incidente como un hackeo deliberado, aunque aún no ha identificado su origen ni su alcance. Su propuesta —una reconstrucción total del sistema y la creación de una nueva plataforma— ofrece escaso alivio inmediato, ya que no se ha fijado una fecha para la restauración del servicio. La ausencia de un comunicado oficial por parte de la alta dirección de la SEV solo ha incrementado la incertidumbre, con empleados que acuden a sus centros laborales únicamente para cumplir horarios en edificios despojados de funcionalidad.
Al otro lado de la ciudad, la Secretaría de Salud enfrenta una pesadilla similar. Desde el miércoles, sus plataformas digitales también han sido inhabilitadas, aunque su personal ha optado por regresar a procesos en papel y notificaciones presenciales. El contraste con la parálisis casi total de la SEV pone de relieve los distintos niveles de resiliencia —o de improvisación— entre las agencias estatales. Sin embargo, al igual que sus homólogos en educación, los funcionarios de salud no han ofrecido un estimado de cuándo se restablecerán los servicios.
Los ataques gemelos exponen una alarmante fragilidad en la estructura gubernamental de Veracruz, donde los sistemas digitales sustentan desde la nómina hasta la coordinación en salud pública. La falta de claridad sobre el origen de las vulneraciones —ya sean patrocinadas por un estado, grupos criminales u otros actores— alimenta la especulación sobre el nivel de exposición del estado ante amenazas cibernéticas mayores.
Por ahora, el costo humano es evidente: miles de empleados inactivos, servicios detenidos y una burocracia obligada a enfrentar su dependencia de una tecnología que ya no puede controlar.
Hasta el viernes, el silencio de ambas secretarías es estruendoso. No se han anunciado planes de contingencia ni medidas de emergencia. En Xalapa, una ciudad que se precia de su orden administrativo, el zumbido de la maquinaria gubernamental ha sido sustituido por un silencio de incertidumbre, un vacío que, sin acción rápida, podría transformarse en una crisis demasiado profunda como para ser documentada.
Redacción Reportaje Veracruzano