Imprudencia al volante desata caos ferroviario en Tejería

Una imprudencia pudo terminar en tragedia esta mañana en Tejería, cuando un tráiler de carga pesada intentó ganarle el paso a un tren de Ferrosur a la altura del cruce ferroviario frente a la planta de Tenaris-TAMSA. El resultado fue un estruendoso impacto que paralizó la zona, desató actos de rapiña y puso en evidencia una cadena de omisiones y negligencias que siguen cobrando factura en Veracruz.
El tráiler, que transportaba rollos de latón, quedó prácticamente desintegrado tras ser embestido por la locomotora, cuya marcha imponente no pudo detenerse a tiempo. La carga se esparció sobre la carretera federal 140, bloqueando parcialmente el tránsito en dirección a Paso de Ovejas y generando un cuello de botella que tardó horas en ser atendido.

A pesar de lo aparatoso del choque, no se reportaron víctimas fatales ni heridos de gravedad, pero la escena se transformó en minutos en una zona de saqueo. Decenas de personas, como si de un botín se tratara, acudieron al sitio para robar los rollos metálicos sin que ninguna autoridad local pudiera contenerlos de inmediato.
Elementos de la Guardia Nacional División Caminos arribaron poco después, pero ya era tarde: parte de la carga había desaparecido, y la dignidad de las instituciones de seguridad fue nuevamente puesta en duda.
Con el respaldo de maquinaria pesada y personal de Ferrosur, se trabajó a contrarreloj para liberar las vías y restablecer la circulación. Sin embargo, el problema de fondo persiste: ¿cuántos accidentes más serán necesarios para que las autoridades instalen sistemas automáticos de barrera, señalización electrónica y vigilancia activa en estos pasos ferroviarios?

Tejería no es un caso aislado. La zona industrial del puerto de Veracruz ha sido escenario de múltiples incidentes similares, consecuencia de la falta de cultura vial, el desinterés oficial y la normalización de la imprudencia como estilo de conducción.
Hoy no hubo muertos, pero sí hubo saqueo, caos vial y un enorme signo de interrogación sobre la eficiencia del Estado. Lo peor no fue el golpe entre fierros; lo peor fue constatar que en Veracruz seguimos sin aprender a frenar a tiempo.
Redacción Reportaje Veracruzano