Jorge Alanís: El impostor político que busca saquear Coatzintla desde las sombras del poder

Coatzintla, Ver. – La figura de Jorge Alanís Monterrubio, conocido ya por muchos como el junior del oportunismo político, no solo desata desconfianza entre los habitantes de Coatzintla, sino que también representa una traición directa a los principios de la Cuarta Transformación. Su candidatura, impuesta desde las cúpulas y orquestada entre componendas, refleja no un proyecto de gobierno, sino un frío y descarado negocio para beneficio de unos cuantos.
Alanís, quien ni siquiera vive en Coatzintla y ha mostrado un absoluto desprecio por los ciudadanos del municipio, pretende encabezar una transformación que no entiende, no respeta y, peor aún, nunca ha defendido. La falta de arraigo, el distanciamiento con la base morenista y su evidente oportunismo se han convertido en la receta perfecta para una catástrofe política.

NEGOCIO, NO VOCACIÓN
Para Alanís, el poder no es un medio para servir, sino una plataforma para enriquecerse. Detrás de su candidatura se esconde una maquinaria empresarial y constructora hambrienta de contratos públicos. El registro ante el OPLE, más que un acto de legitimidad, fue una pasarela de turistas políticos: empresarios cazadores de obra pública, ex priistas, ex perredistas y figuras de dudosa reputación.
PURA CHATARRA POLÍTICA
Entre quienes acompañan a Jorge Alanís figuran personajes reciclados del viejo régimen como Gaudencio Hernández Burgos, ex líder magisterial priista; Patricia Cruz Matheis, exalcaldesa del PRD repudiada por los coatzintecos tras intentar imponer a su protegida; y Roberto “El Pajarito” Hernández, quien apenas hace unos meses lanzaba improperios contra Morena desde Movimiento Ciudadano.
Esta fauna política representa todo lo que Morena prometió combatir: chapulineo, traición ideológica, corrupción y sed de poder. La base fundadora de Morena en Coatzintla ha sido completamente desplazada, traicionada por quien jamás militó ni luchó por el movimiento, pero ahora lo usa como trampolín.

UNA IMPOSICIÓN QUE HUELE A HUIDA
Durante su registro, Alanís exhibió su verdadera esencia: foráneo, sin respaldo popular y cobijado por ambiciones ajenas al pueblo. Las imágenes lo dicen todo: ausentes los verdaderos morenistas, ausentes los ciudadanos, ausente el entusiasmo. Solo algunos acarreados, estudiantes confundidos y empresarios del concreto.
A esto se suma su actitud autoritaria en redes sociales, bloqueando a ciudadanos inconformes y censurando comentarios críticos en sus plataformas. ¿Qué clase de servidor público se esconde detrás de filtros y bloqueos? ¿Qué clase de líder desprecia el diálogo y la crítica?

UN FUTURO OSCURO SI COATZINTLA CAE EN SUS MANOS
Alanís promete progreso, pero camina de la mano de quienes alguna vez saquearon el municipio y lo abandonaron en momentos de desastre, como durante el huracán Grace. Patricia Cruz, su principal aliada, es recordada por su huida cuando el pueblo más la necesitaba. ¿Ese es el modelo de liderazgo que quieren repetir?
Los coatzintecos lo saben: Jorge Alanís no es de aquí, no es del pueblo, no es confiable. Y hoy más que nunca, Coatzintla necesita líderes de verdad, no arribistas de ocasión ni juniors ambiciosos que ven al municipio como un botín más.
La pregunta está sobre la mesa: ¿Dejarán los coatzintecos que se repita la historia de saqueo y abandono? ¿O levantarán la voz antes de que sea demasiado tarde?
Redacción Reportaje Veracruzano