¡Poza Rica Sitiada! Rocío Nahle y la Farsa de la Seguridad: Una Policía Corrupta Creada por Velázquez Vallejo y Perpetuada por Remes Garza de Morena

En Poza Rica, Veracruz, la Policía Municipal no es un escudo, sino una amenaza. Creada bajo la administración de Francisco Javier Velázquez Vallejo (2018-2021) como un instrumento de control político y consolidada como un nido de corrupción por el alcalde Fernando Luis Remes Garza, esta corporación ha traicionado a los pozarricenses. Asesina activistas, protege delincuentes y opera como un brazo del crimen organizado.
La gobernadora Rocío Nahle García promete “depuraciones” y “revisiones”, pero sus palabras suenan a burla en una ciudad donde los secuestros, homicidios y extorsiones son el pan de cada día. Con siete funcionarios secuestrados, un padre buscador muerto por policías y empresarios bajo asedio, Poza Rica exige justicia.
Esta investigación destapa la podredumbre de una policía nacida corrupta, sostenida por la ambición de Remes y la complicidad de un gobierno estatal que evade el bisturí necesario para sanar la herida.
Una Ciudad Bajo Terror: Secuestros, Asesinatos y Policías Verdugos
Poza Rica vive en un estado de sitio. En los últimos meses, al menos siete funcionarios municipales han sido secuestrados, incluyendo al regidor Víctor Manuel Benavides Cobos (25 de febrero de 2025) y al encargado de Comercio, Sergio “N”. Las renuncias en cascada de los afectados reflejan el miedo que paraliza a las autoridades. Los empresarios, como los dueños de las pastelerías Dauzón, enfrentan atentados que evidencian la incapacidad de la Policía Municipal para proteger a quienes impulsan la economía local.
El caso que ha sacudido a la ciudad es el de Magdaleno Pérez Santes, padre buscador del Colectivo María Herrera, asesinado el 11 de marzo de 2025 tras ser detenido y brutalmente golpeado por policías municipales. Dos agentes, Edgar Jesús “N” y Yordanka Janeth “N”, están vinculados a proceso por homicidio doloso calificado, pero el crimen destapó una verdad aterradora: la Policía Municipal no solo falla en su deber, sino que actúa como verdugo.
Días después, Alin Isaday Salas Isidro, hija de una integrante del colectivo, fue secuestrada, alimentando las sospechas de una corporación infiltrada por el crimen organizado. Estos no son incidentes aislados; son síntomas de una institución podrida desde su creación.
La Policía Corrupta: La Herencia de Velázquez Vallejo y el Reino de Remes Garza
La Policía Municipal de Poza Rica fue creada durante la administración de Francisco Javier Velázquez Vallejo (Morena 2018-2021), un periodo marcado por la opacidad y el abuso de poder. Velázquez, entonces alcalde por Morena, diseñó una corporación que, según denuncias ciudadanas y reportes periodísticos, servía más como herramienta de control político que como garante de la seguridad.
Su gestión enfrentó acusaciones de desvío de recursos, como el escándalo de un viaje a España en 2019 con su familia, financiado con 2.13 millones de pesos públicos bajo el pretexto de “promoción turística”. El Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) señaló irregularidades, pero Velázquez salió indemne, dejando una policía viciada, diseñada para servir a los intereses de la élite y no a los ciudadanos.
Bajo Fernando Luis Remes Garza, alias “El Pulpo”, la Policía Municipal se convirtió en una mafia institucional. Desde que asumió la alcaldía en 2022, Remes ha presidido una corporación que ha tenido seis comisarios en dos años, un carrusel de inestabilidad que oculta un patrón de corrupción. Denuncias de detenciones arbitrarias, extorsiones y colusión con el crimen organizado han sido constantes.
El asesinato de Magdaleno Pérez Santes y la desaparición de Alin Salas ocurrieron bajo su mandato, sin que Remes ofrezca explicaciones o asuma responsabilidad. En cambio, ha enfrentado acusaciones de enriquecimiento ilícito, como el contrato con la empresa Discricar para la recolección de basura —presuntamente ligado a “moches” de 1.5 millones de pesos mensuales— y la concesión de parquímetros a SM Vial, de la que sería socio.
Mientras los trabajadores municipales reclaman prestaciones robadas, como el fondo de ahorro, Remes amenaza con demandas a quienes lo critican, blindándose en la opacidad.
La Policía Municipal, heredada de Velázquez y perfeccionada por Remes, es hoy un monstruo que aterroriza a Poza Rica. Sus elementos no solo fallan en proteger: actúan como cómplices del crimen, reprimiendo a activistas y ciudadanos mientras los verdaderos delincuentes operan con impunidad.
Rocío Nahle: Promesas que Insultan a la Ciudad
Este 15 de abril de 2025, la gobernadora Rocío Nahle García ofreció una conferencia de prensa para abordar la crisis de seguridad en Poza Rica. Sus anuncios, sin embargo, son un insulto a una ciudad que clama por justicia:
Depuración de mandos: Nahle confirmó filtraciones en la Policía Municipal, con elementos que compartían información con grupos criminales. Algunos mandos fueron removidos, pero ¿quiénes? ¿Cuántos? La falta de transparencia convierte esta “depuración” en un espectáculo mediático sin sustancia. ¿Dónde están los juicios contra los responsables?
Revisión de la policía: La “invitación respetuosa” al ayuntamiento para revisar el actuar de los policías es una broma de mal gusto. En una ciudad donde los agentes asesinan activistas y protegen secuestradores, se necesita una intervención contundente, no un gesto que depende de un alcalde como Remes, cuya administración es cómplice de la debacle.
Llamado a los alcaldes: Nahle exhortó a los presidentes municipales a supervisar sus corporaciones, pero no propuso recursos, capacitación ni supervisión estatal. Las policías municipales, mal pagadas y vulnerables, son presa fácil para el crimen. Este llamado es una evasión de responsabilidad.
Investigaciones sin rostro: Nahle aseguró que la Fiscalía General del Estado investiga los secuestros y ataques, pero no presentó avances. En un estado donde la impunidad reina, estas promesas son papel mojado. ¿Quién responde por los atentados a Dauzón? ¿Dónde están los culpables de los secuestros?
Nahle asumió la gubernatura prometiendo “cero tolerancia” hacia la corrupción, pero sus acciones en Poza Rica son un fiasco. Desde enero de 2025 ha anunciado operativos, como el de Semana Santa, y rotaciones de elementos, pero la violencia no cede. Su reticencia a intervenir directamente en la Policía Municipal, delegando responsabilidades a un ayuntamiento incapaz, sugiere que protege a aliados como Remes para mantener el control político de Morena en la región. Mientras tanto, los pozarricenses pagan el precio de su inacción.
El Clamor de una Ciudad Harta
La ciudadanía de Poza Rica está al borde del colapso. El Colectivo María Herrera, tras el asesinato de Magdaleno Pérez Santes, exigió la disolución de la Policía Municipal y cortó relaciones con el ayuntamiento. “No podemos confiar en asesinos con placa”, declararon.
Los empresarios, extorsionados y amenazados, y los ciudadanos, víctimas de abusos, alzan la voz en redes sociales con grabaciones y testimonios que exponen la brutalidad policial. Pero cada denuncia choca con un muro de impunidad, sostenido por Velázquez, Remes y una gobernadora que parece más interesada en salvar su imagen que en salvar a la ciudad.
Exigencias Innegociables
Poza Rica no necesita discursos; necesita una revolución institucional. La ciudadanía demanda:
- Disolución de la Policía Municipal: Reemplazarla por una fuerza confiable, supervisada por autoridades federales.
- Intervención federal: La Guardia Nacional o la Marina deben asumir el control de la seguridad en Poza Rica.
- Justicia implacable: Castigar a los responsables de asesinatos, secuestros y extorsiones, sin excepciones.
- Protección para denunciantes: Garantizar la seguridad de colectivos y ciudadanos que enfrentan al poder.
- Investigación a Remes Garza: Auditar las finanzas del ayuntamiento y los contratos opacos que enriquecen al alcalde.
Conclusión: El Fin de la Complicidad
Rocío Nahle está en un callejón sin salida. La Policía Municipal de Poza Rica, creada por Francisco Javier Velázquez Vallejo como un instrumento de poder y convertida por Fernando Luis Remes Garza en una mafia con placa, es una afrenta a la dignidad de los pozarricenses.
Las depuraciones anunciadas el 15 de abril de 2025 son un placebo para una ciudad que se desangra. Mientras Nahle protege a aliados y evade una limpia a fondo, Poza Rica se hunde en la anarquía. La ciudadanía no se quedará callada.
Redacción Reportaje Veracruzano