Corrupción electoral disfrazada de Bienestar: Delegado de Córdoba usa programas sociales para manipular el voto

Por Redacción de Reportaje Veracruzano
Córdoba, Veracruz – 31 de mayo de 2025
El rostro de la pobreza se está usando como herramienta electoral, y el aparato del Estado, como maquinaria de chantaje. En la región de Córdoba, el delegado regional de la Secretaría del Bienestar, Óscar Carmona Oropeza, ha sido señalado por trabajadores de su propia dependencia como el autor intelectual de una operación orquestada para manipular el voto ciudadano, con amenazas, coacción y uso indebido de programas sociales que deberían estar blindados de intereses partidistas.
Los testimonios de varios “Servidores de la Nación”, recopilados bajo condición de anonimato por temor a represalias, son demoledores: los están obligando a inducir el voto a favor de un solo partido político, a condicionar apoyos federales y a entregar resultados. La consigna, afirman, no es ayudar, sino ganar. Y si no obedecen, se van.
El principal operador de esta maquinaria de intimidación es Josué Vela, mano derecha del delegado Carmona Oropeza, quien ha asumido el papel de verdugo laboral. “Si no entregas listas, si no tomas fotos, si no convences a los adultos mayores, te dan de baja. Así de claro”, relató uno de los trabajadores. Las reuniones se hacen en lo corto, sin testigos ni registros, pero con órdenes concretas: controlar el voto de los sectores más vulnerables, incluso utilizando amenazas directas contra madres solteras y personas con discapacidad.
Pero la red no termina ahí. En este operativo de manipulación también figura Misael Romero, suplente del diputado local Juan Tress Zilli, quien ha sido señalado por beneficiarios de la beca Benito Juárez y de pensiones para adultos mayores como uno de los promotores más agresivos del chantaje electoral. “Nos dicen que si no votamos por ellos, nos van a quitar el apoyo. Eso no se vale, porque nosotros lo necesitamos para comer”, denunció una mujer de Amatlán.
Los municipios más afectados por esta operación inmoral y vergonzosa son Córdoba, Fortín, Amatlán y Yanga, donde el miedo ha reemplazado a la asistencia social y donde los “Servidores de la Nación” han sido convertidos en operadores políticos del régimen en turno. “Nos quitaron la vocación de servicio para convertirnos en peones de una campaña”, lamentó otro empleado.
La exigencia es clara y urgente: el Instituto Nacional Electoral, el Órgano Interno de Control de la Secretaría del Bienestar y la Fiscalía Electoral deben intervenir de inmediato. Las leyes que prohíben el uso electoral de los programas sociales están siendo violadas sistemáticamente y a plena luz del día.
Si se permite que los delegados del Bienestar se conviertan en caciques electorales, la democracia habrá perdido su rostro humano. Porque no hay mayor miseria que lucrar con la pobreza para perpetuar el poder.
Redacción Reportaje Veracruzano