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Premian al presunto represor: «El Lobo» asume el mando operativo de la SSP en Veracruz


Carlos Mendoza, señalado por presuntos abusos y vínculos turbios, es nombrado Jefe de Operaciones

Por la redacción de Reportaje Veracruzano
Veracruz, Ver. – 31 de mayo de 2025

Después de semanas de silencio institucional, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Veracruz oficializó el nombramiento de Carlos Mendoza, alias “El Lobo”, como nuevo Jefe de Operaciones de la corporación. El ascenso ha generado una oleada de cuestionamientos debido al historial de presuntos abusos, señalamientos ciudadanos y vínculos no esclarecidos que arrastra el funcionario.

Carlos Mendoza, quien hasta hace poco fungía como subdirector de la zona norte del estado, ha sido presuntamente implicado en múltiples actos irregulares a lo largo de su carrera. Entre ellos figuran señalamientos por maltratos hacia elementos bajo su mando, uso indebido de patrullas, como vehículos con vidrios polarizados, detenciones arbitrarias, presuntas torturas y fabricación de delitos.

A pesar de que ninguna de estas acusaciones ha derivado formalmente en un proceso judicial, su nombre ha sido recurrentemente mencionado en denuncias públicas y redes sociales como emblema de una estructura de seguridad presuntamente contaminada por el autoritarismo y la impunidad.

La situación se agrava al considerar que dos de sus colaboradores cercanos también se encuentran bajo el escrutinio público: uno, identificado como “Kate”, actualmente prófugo de la justicia, y otro, apodado “Taco”, señalado por su presunta participación en la desaparición y asesinato de un taxista en el municipio de Veracruz. Ninguno de estos casos ha sido esclarecido por las autoridades.

El nombramiento de Mendoza ocurre en un contexto donde la desconfianza social hacia las fuerzas de seguridad va en aumento, y donde decisiones como esta alimentan la percepción de que en Veracruz se recompensa el control y la lealtad política por encima del respeto a la legalidad y los derechos humanos.

Mientras el gobierno estatal guarda silencio ante la designación, crece la presión social para que se revise esta decisión, pues la concentración del poder operativo de seguridad en manos de un perfil tan señalado podría tener consecuencias profundas para la estabilidad y confianza institucional del estado.

El silencio oficial, la falta de transparencia en la designación y la opacidad en torno a los antecedentes del ahora Jefe de Operaciones instalan una pregunta ineludible en el centro del debate público:
¿Quién vigila a quienes dicen cuidarnos?


Redacción Reportaje Veracruzano

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