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Cuerpo desmembrado en Álamo Temapache: el infierno cotidiano que la alcaldesa Blanca Lilia Arrieta Pardo no puede —o no quiere— detener

Adrián Arbizu/ Álamo Temapache, Veracruz — 7 de mayo de 2025/ Editor: Marco Palmero

El horror volvió a golpear las carreteras de Veracruz con la brutalidad que ya parece parte del paisaje cotidiano. En un acto de barbarie que revela la completa descomposición del orden público, un cuerpo desmembrado fue abandonado sobre la carretera federal Álamo–Chapopote Núñez, en las inmediaciones de la comunidad del mismo nombre. La escena, digna de una zona de guerra, vuelve a sacudir al municipio de Álamo Temapache, donde la sangre ya no se limpia: se seca.

Mientras las autoridades locales intentan maquillar la realidad con comunicados tibios y silencio institucional, los ciudadanos saben la verdad: el crimen manda y la alcaldesa morenista, Blanca Lilia Arrieta Pardo, permanece atónita, ausente o cómplice por omisión.

El mensaje es claro y brutal: quien controla el territorio no es el Estado, sino los grupos criminales que actúan con impunidad. La pregunta incómoda —pero inevitable— es: ¿qué papel está jugando la administración municipal ante esta masacre lenta, continua y sistemática? ¿Dónde están los rondines de seguridad? ¿Dónde están las cámaras, los patrullajes, la reacción inmediata? ¿Dónde está la alcaldesa?

Veracruz norte: un matadero sin ley

Este nuevo hecho sangriento es solo un capítulo más de la pesadilla que viven los habitantes de la región norte del estado. Carreteras convertidas en caminos del miedo, localidades sometidas al silencio del crimen y una población harta de promesas que no se cumplen. En Chapopote Núñez ya no se habla en voz alta: se murmura por miedo.

La estrategia de seguridad de Blanca Lilia Arrieta, si es que existe alguna, ha fracasado estrepitosamente. A tres años de gobierno, su administración es recordada más por los escándalos, la opacidad y el clientelismo que por resultados. La violencia ha escalado y la respuesta ha sido un silencio que duele más que los balazos.

¿Gobierna Morena o gobierna el miedo?

El cinismo político ha alcanzado niveles grotescos. Morena se vende como el partido del pueblo, pero cuando el pueblo grita por auxilio, sus alcaldes se esconden tras conferencias inútiles, discursos huecos y escoltas blindadas. Blanca Lilia Arrieta Pardo parece gobernar desde una burbuja, lejos del olor a sangre, del clamor de justicia y del terror nocturno que sufren sus gobernados.

Un llamado que no puede ser ignorado

Los hechos en Álamo Temapache no pueden pasar como una nota roja más. Exigen una respuesta estatal y federal, exigen auditorías, intervención urgente, limpieza institucional y sobre todo, exigencia ciudadana. Porque si la alcaldesa no puede —o no quiere— garantizar la seguridad, entonces debe dar un paso al costado. El municipio no puede seguir gobernado por la negligencia mientras el narco convierte sus calles en cementerios.

Veracruz se desangra y Chapopote Núñez es solo una de sus muchas heridas abiertas. ¿Hasta cuándo vamos a normalizar la barbarie? ¿Cuántos muertos más necesita la alcaldesa para salir de su mutismo? ¿Cuánto más resistirá este pueblo sin que alguien —con poder y valor— diga: basta?

Reportaje Veracruzano

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