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¡Democracia bajo fuego! Veracruz rompe récord de miedo: 118 candidatos piden escoltas para no ser asesinados

El proceso electoral 2025 en Veracruz se tiñe de sangre, amenazas y silencios institucionales. La gobernadora Rocío Nahle presume vigilancia mientras el miedo electoral alcanza niveles sin precedentes.



Xalapa, Veracruz – 21 de mayo de 2025. La democracia en Veracruz no avanza: sobrevive. Y lo hace custodiada por chalecos antibalas, vehículos blindados y escoltas de la Secretaría de Seguridad Pública. Este lunes 20 de mayo, se confirmó que 118 candidatos y candidatas que aspiran a un cargo edilicio en alguno de los 212 ayuntamientos veracruzanos han tenido que pedir protección oficial para poder simplemente hacer campaña sin ser asesinados.

La primera cifra la dio por la mañana la propia gobernadora Rocío Nahle García: 109 solicitudes. Pero, en el transcurso del día, el número subió a 118, reveló la consejera presidenta del OPLE, Marisol Delgadillo Morales.
Una cifra escandalosa que deja al descubierto el estado de sitio electoral no declarado que vive Veracruz.


¿A qué le temen los candidatos?

La respuesta es tan brutal como obvia: a ser ejecutados. Veracruz no es ajeno al sicariato político. Municipios como Texistepec y Coxquihui tienen un historial manchado de crímenes impunes, desapariciones forzadas y amenazas sistemáticas. Y aún así, el discurso oficial insiste en hablar de «normalidad democrática».

¿Qué tipo de contienda se vive en un estado donde los candidatos necesitan escoltas para repartir volantes o asistir a un mitin? ¿Dónde quedó la libertad política si un aspirante teme por su vida al recorrer su colonia?


PT, el más amenazado (¿o el más realista?)

Delgadillo Morales también señaló que el Partido del Trabajo (PT) es el que más solicitudes de escolta ha presentado. ¿Significa eso que sus candidatos están en la mira del crimen organizado? ¿O que saben que la violencia no distingue siglas, y prefieren adelantarse al funeral?

En total, 12 mil 95 ciudadanos participan en los actuales procesos electorales en Veracruz, tanto para ayuntamientos como para cargos judiciales. De ellos, 118 ya necesitan protección estatal. ¿Cuántos más lo pensarán dos veces antes de denunciar una amenaza?


Un sistema electoral bajo amenaza y un gobierno que maquilla cifras

Mientras Rocío Nahle se toma fotos en mítines rodeada de elementos de la SSP, decenas de candidaturas se abren paso entre amenazas, coacción y balas.

La pregunta es inevitable: ¿cuántos de esos 118 solicitaron seguridad porque ya fueron amenazados directamente? ¿Cuántos por presión de caciques locales? ¿Cuántos por miedo a ser el siguiente cuerpo hallado en una brecha?

El silencio institucional es ensordecedor. La retórica de la gobernadora, hueca. El OPLE, por su parte, intenta mantener la compostura en un escenario electoral que ya perdió toda normalidad.


Si la gobernadora Rocío Nahle realmente aspira a ser recordada como una líder de Estado, más le valdría enfrentar esta crisis con hechos, no con discursos prefabricados. Porque hoy, la democracia veracruzana no está en las urnas: está en cuidados intensivos.

Veracruz: donde la democracia se hace a punta de pistola

Es momento de decirlo sin eufemismos: en Veracruz, ejercer el derecho a ser votado puede costar la vida. Y lo peor: esta cifra de 118 podría ser apenas el inicio de un proceso electoral marcado por el miedo, la sangre y la omisión.


Redacción Reportaje Veracruzano

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