Coatzacoalcos arde: 468 incendios encienden alarmas por negligencia y omisión gubernamental

El caos ambiental y la falta de prevención incendian a una ciudad sofocada por el abandono, la inconsciencia ciudadana y una autoridad rebasada.
Coatzacoalcos, Ver. – 21 de mayo de 2025 Coatzacoalcos está en llamas, literalmente. En menos de cinco meses, 468 incendios han devorado pastizales, hogares, vehículos y hasta instituciones educativas. La cifra —escalofriante por sí sola— representa un incremento de casi el 100% con respecto al mismo periodo del 2024. Pero más que una estadística, es un síntoma: el de un municipio incendiado por la omisión, la falta de planeación urbana y la irresponsabilidad compartida.
En lugar de actuar con urgencia, las autoridades locales apenas han lanzado un tibio “exhorto” a la población para prevenir incendios. ¿De verdad creen que apagar un infierno basta con una recomendación genérica y un cartelito de «evite fumar»?
Una ciudad ardiendo mientras el gobierno bosteza
Los datos oficiales revelan el desastre:
- 269 incendios de pastizales
- 54 incendios en viviendas
- 51 quemas de basura
- 13 vehículos incendiados
- 7 transformadores y 7 árboles quemados
- Incendios en basureros clandestinos, postes, bodegas, escuelas y hasta tanques de gas
Cada uno de estos eventos no es solo un número: es una historia de riesgo, pérdida, miedo e impotencia, muchas veces ocurrida en colonias sin acceso rápido a los bomberos o con calles intransitables.
¿Y el ayuntamiento? Jugando con fuego
El ayuntamiento de Coatzacoalcos, encabezado por un gobierno que se ha mostrado más preocupado por el marketing político que por la prevención real, ha sido incapaz de establecer políticas de control ambiental eficaces, normativas claras contra la quema de basura y estrategias de vigilancia proactiva.
¿Dónde están los patrullajes preventivos? ¿Dónde los retenes temporales para evitar tiraderos ilegales? ¿Dónde los planes de reforestación urbana o reeducación ambiental? Nada de eso se ve. Lo único visible son las llamas y el humo.
La ciudadanía también arde en descuido
Es innegable: una parte importante del problema también radica en el comportamiento de la población. Quemas intencionales, colillas de cigarro mal apagadas, cables eléctricos defectuosos, basura acumulada en predios abandonados… La negligencia social también alimenta esta epidemia de fuego.
Pero, ¿cómo exigir conciencia ciudadana si las autoridades no predican con el ejemplo ni actúan con contundencia?
Coatzacoalcos no necesita exhortos. Necesita decisiones urgentes
Lo que Coatzacoalcos exige no es un nuevo llamado a la calma, sino un plan integral de protección civil, sustentabilidad y cultura de prevención, que involucre a escuelas, colonias, empresas, medios y sociedad civil.
Mientras tanto, la ciudad seguirá incendiándose entre el calor, el estiaje, la indiferencia y la complicidad oficial. Porque en Coatzacoalcos no solo arde el pasto: arde la confianza ciudadana en su gobierno.
Si presencias un incendio, llama al 911. Si presencias omisión, denúncialo. Porque los fuegos forestales se apagan, pero los fuegos de la impunidad… se propagan.
Redacción Reportaje Veracruzano