ESCÁNDALO EN EL PRI DE NOGALES: CANDIDATA RENUNCIA Y EXPONE EL ABANDONO, IMPOSICIONES Y FALTA DE RESPETO DEL PARTIDO

Nogales, Ver. — El PRI vuelve a traicionar a sus propios candidatos. Esta vez, fue Matilde Castro Bautista, quien con la frente en alto y un mensaje cargado de dignidad, renunció públicamente a la candidatura a la presidencia municipal de Nogales. Su salida no fue por debilidad, ni por pactos en la oscuridad: fue una denuncia directa, valiente y demoledora contra el abandono institucional y las prácticas políticas podridas que, al parecer, siguen siendo el pan de cada día en las entrañas del tricolor.
A mitad del proceso electoral, el PRI dejó a su candidata a la deriva: sin prerrogativas, sin publicidad, sin respaldo mínimo para competir en una contienda que se libra con estructuras y recursos. Peor aún, el partido modificó su planilla sin consultarla, imponiendo nombres ajenos y traicionando la esencia de un proyecto que buscaba representar verdaderamente a los nogalenses. ¿Qué clase de liderazgo interno avala semejante atropello?
En su contundente comunicado, Castro Bautista calificó estos cambios como una “falta de respeto” no solo hacia su persona, sino también hacia su equipo y, por extensión, a la ciudadanía que depositó su confianza en su proyecto. Sin rodeos, acusó al partido de no brindarle las condiciones mínimas para competir, dejando en claro que su salida no obedece a ningún acuerdo oscuro, sino a la coherencia con sus valores y principios.
“No me voy a otro partido, no declino por nadie. Renuncio a la candidatura, y estén seguros que desde donde me encuentre seguiré trabajando por lograr el Nogales que todos queremos”, sentenció.
La renuncia de Matilde Castro no solo representa un golpe político para el PRI en Nogales, sino que desnuda las grietas profundas de un partido que sigue atado al autoritarismo interno, la simulación y el desprecio por sus propias bases. ¿Cómo pretende el tricolor recuperar la confianza ciudadana si ni siquiera respeta a sus candidatos? ¿Quiénes son los operadores que sabotearon esta campaña desde adentro? ¿Quién se beneficia de su salida?
La renuncia de Matilde no es el fin de una candidatura: es el principio de una gran acusación pública. Una alerta sobre la podredumbre institucional que carcome a un partido que, si no se sacude desde sus cimientos, está condenado a morir lentamente, entre traiciones internas y renuncias dignas como la que hoy conmueve a Nogales.
Vergüenza para el PRI. Dignidad para Matilde. Lección para la ciudadanía.
Redacción Reportaje Veracruzano