TERROR EN LA MONTAÑA: ASESINAN A CAMPESINO EN LA PERLA ANTE LA AUSENCIA TOTAL DE VIGILANCIA POLICIAL

La Perla, Ver. — La sierra volvió a teñirse de rojo. José Sergio Pérez Bautista, un joven campesino de apenas 22 años de edad, fue ejecutado con dos disparos en la cabeza la noche del jueves cuando cruzaba el puente de la comunidad El Paso, en el municipio de La Perla, Veracruz. El crimen, perpetrado con total impunidad, evidencia una vez más el vacío de autoridad que asfixia a las comunidades altas del centro del estado.
El ataque, que ocurrió a bordo de su camioneta particular, fue una emboscada: una ejecución directa. Sujetos armados, cuya identidad sigue siendo un misterio, lo interceptaron y lo acribillaron sin mediar palabra. Escaparon con rumbo desconocido sin que ninguna patrulla estuviera cerca para intervenir. La zona, como tantas otras en La Perla, permanece sumida en el abandono institucional, donde la delincuencia impone sus propias reglas y el Estado llega tarde… cuando llega.
La movilización de los cuerpos de seguridad ocurrió minutos después del ataque. Policías municipales, estatales y paramédicos de Protección Civil arribaron como primer respuesta, pero nada pudieron hacer. José Sergio ya no presentaba signos vitales: los impactos de bala en la cabeza le arrebataron la vida de forma inmediata. Su cuerpo quedó tendido en el interior del vehículo, en una escena que duele y sacude a toda la región.
Horas más tarde, elementos de la Policía Ministerial de Córdoba y Orizaba, efectivos del Ejército Mexicano y personal de la Fiscalía Regional de Justicia del Distrito XV con sede en Orizaba se desplegaron en el sitio. Peritos criminalistas recabaron evidencias y dieron inicio a la carpeta de investigación correspondiente. El cuerpo fue trasladado al SEMEFO Regional de la Colonia Francisco Ferrer Guardia, mientras que la camioneta fue asegurada y llevada a un corralón.
José Sergio era campesino, vecino de El Paso. Un joven que como muchos otros buscaba ganarse la vida en las duras condiciones de la montaña. Hoy es una cifra más en las estadísticas, pero para su familia y comunidad es una pérdida irreparable.
Este crimen no solo refleja la creciente violencia que se vive en los municipios serranos, sino también la inoperancia de los sistemas de seguridad estatales. En una zona colindante con el majestuoso Pico de Orizaba, la vida vale poco y la justicia, menos. La impunidad ha echado raíces en estos paisajes que antes simbolizaban tranquilidad.
¿Dónde estaba la vigilancia? ¿Por qué no hay patrullajes constantes en una zona reconocida por su vulnerabilidad? ¿Hasta cuándo se permitirá que la sangre de jóvenes campesinos siga manchando los caminos de Veracruz sin respuesta efectiva?
La Perla clama justicia. Y el Estado debe responder, porque cada crimen silenciado en la sierra se convierte en una condena para todos.
Redacción Reportaje Veracruzano