Indignación en Veracruz: Víctima denuncia que intentan liberar a su agresor con ayuda de jueza y fiscal; señala red de corrupción ligada a político local

Por Reportaje Veracruzano | Xalapa, Veracruz
Una denuncia que estremece y exhibe los vicios de un sistema judicial que, lejos de proteger a las víctimas, parece operar a favor de los agresores. Alejandra Salmerón Figueroa alzó la voz en Xalapa para exponer públicamente un caso que no sólo involucra violencia extrema, sino también una presunta red de complicidades entre el Poder Judicial de Veracruz y la Fiscalía General del Estado.
Según relató, en abril de este año fue víctima de un intento de feminicidio por parte de su expareja, José Alberto “N”, quien no solo la agredió brutalmente, sino que la mantuvo encerrada durante cuatro días junto con su hijo de seis años, ambos sometidos a golpizas y amenazas constantes. La mujer logró escapar con vida, y desde entonces ha exigido justicia.
Pero hoy, esa justicia tambalea.
En conferencia de prensa, Salmerón acusó directamente a la jueza Mónica Segovia y a la fiscal del caso, Geidi de la Cruz González, de operar en contubernio para liberar a su agresor. Denunció que buscan reclasificar el delito de feminicidio en grado de tentativa a simple violencia familiar, lo que permitiría al imputado salir libre. “Temo por mi vida, temo por la vida de mi hijo. Lo que quieren hacer es permitir que vuelva a intentar matarme”, dijo entre lágrimas.
Los hechos ocurrieron en Naranjos Amatlán, pero por razones cuestionables, el proceso judicial se trasladó a Ozuluama, distrito donde el poder político y los vínculos familiares parecen tener más peso que la justicia. José Alberto “N” sería familiar del actual alcalde de Naranjos, José Luis Banda, lo cual podría explicar, según la denunciante, la protección institucional de la que goza.
“Me ofrecieron dinero para que me callara, para que retirara la denuncia. Fueron a buscarme a mi casa”, denunció Salmerón, subrayando que la presión no ha cesado y que siente que el sistema le está dando la espalda.
Lo más alarmante: el agresor no solo carga con esta denuncia. Existen al menos tres carpetas más por violencia familiar interpuestas por otras mujeres, y varias más por delitos contra la salud. Aun así, su libertad parece una prioridad para quienes deberían procurar justicia.
“Mi caso se ha hecho viral en el norte de Veracruz. Ya todos saben de la podredumbre que hay en Ozuluama. La gobernadora conoce a este tipo, a José Alberto. ¿Por qué no hace nada?”, cuestionó.
El caso pone en evidencia un sistema penal que, con decisiones judiciales que rayan en lo absurdo y omisiones graves por parte del Ministerio Público, manda un mensaje devastador: en Veracruz, ni una tentativa de feminicidio garantiza justicia si el agresor tiene padrinos políticos.
¿Hasta cuándo la justicia será real y no selectiva?
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Redacción Reportaje Veracruzano