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¡La salud saqueada! Desfalco de 200 millones en Veracruz expone el lado oscuro del gobierno de Cuitláhuac García 

Mientras Rocío Nahle protege la imagen de su antecesor, una bomba de corrupción estalla en los Servicios de Salud de Veracruz; el caso ya escala a nivel federal

Xalapa, Ver.— La podredumbre administrativa comienza a salir a flote en los Servicios de Salud de Veracruz, donde la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó un daño patrimonial de más de 200 millones de pesos. El epicentro de este escándalo: Jorge Eduardo Sisniega Fernández, exadministrador de la Secretaría de Salud durante el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.

Pero más allá del señalado directo, la pregunta es: ¿hasta dónde llega la red de complicidades? ¿Es creíble que un funcionario de rango medio haya operado este desfalco sin el aval o la omisión de los altos mandos del gobierno anterior?

La actual gobernadora, Rocío Nahle García, intenta contener la tormenta con un discurso que suena más a encubrimiento que a rendición de cuentas. «No hay ningún rompimiento ni pleito con el ex gobernador Cuitláhuac García», declaró con tono ensayado, buscando blindar la imagen de su antecesor, pese a que los hechos claman justicia.

Nahle insiste en que el daño patrimonial es exclusivo de Sisniega Fernández. Sin embargo, olvida —o decide omitir— que los recursos públicos no se desvían solos, y que la ASF no emite observaciones por capricho. Cada peso malversado proviene del dinero de los veracruzanos, de hospitales que no se construyeron, de medicamentos que no llegaron, de vidas que se pusieron en riesgo.

Y mientras las cifras del escándalo se viralizan a nivel nacional, la mandataria prefiere hablar de gobernabilidad, estabilidad política y limpiezas de imagen personal. Incluso aprovechó el momento para presumir que ya cerró las investigaciones sobre supuestas propiedades y cuentas en el extranjero que se le atribuían durante su campaña, desmarcándose rápidamente de cualquier sombra de corrupción.

La narrativa oficial es clara: controlar daños, proteger aliados y distraer con encuentros culturales. Porque para la gobernadora, hablar bien de Veracruz significa callar sobre los saqueos institucionales.

Pero Reportaje Veracruzano no calla. Este medio se compromete a seguir tirando de la hebra, a seguir preguntando por qué, quién permitió el robo, y sobre todo, dónde están los 200 millones de pesos desaparecidos. Porque en este Veracruz de silencios cómplices y auditorías inclementes, la verdad no se puede maquillar con discursos de unidad.

¿Hasta cuándo se protegerán entre sí? ¿Cuántos Sisniegas más hay operando en la sombra? ¿Y quién responderá por la salud quebrada de un estado que aún espera justicia?

Aquí no termina. Aquí apenas comienza. ¿Deseas que profundice con antecedentes de Sisniega y cifras de la ASF?

Redacción Reportaje Veracruzano 

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