Minatitlán se ahoga en petróleo: otro derrame en el río Coatzacoalcos deja en vilo a cientos de familias

Por Reportaje Veracruzano
Cortesía: Danna Palmeros | Minatitlán, Veracruz

Mientras la ciudad dormía, el río Coatzacoalcos despertó cubierto por una nueva capa de combustóleo. La madrugada de este viernes, el malecón de Minatitlán volvió a oler a gasolina, no por metáfora, sino por una alarmante realidad: otro derrame de hidrocarburo tiñó las aguas a la altura del muelle 5, frente a la refinería de Pemex.

A las 4:00 a.m., el hedor se volvió insoportable para pescadores, comerciantes y vecinos de la colonia Centro, colindante con el Playón Sur. El líquido aceitoso se esparció en la superficie del río, en una zona donde ya se han denunciado filtraciones similares sin consecuencia alguna para los responsables.

“No es la primera vez. Pero sí puede ser la gota que rebasa el vaso… o el río”, declaró con indignación Antonina Alfonso Facundo, representante del sector pesquero, quien se dice harta del desdén de Petróleos Mexicanos.

La líder advirtió que al menos 800 pescadores agrupados en siete cooperativas se han visto directamente afectados. Y no es solo el ingreso del día lo que se pierde: es el futuro de la pesca del róbalo, prevista para julio y agosto, que peligra por la contaminación crónica del río.

“La mancha se extiende desde Santa Alejandrina hasta el muelle. Las pangas están atrapadas en una trampa tóxica. Y Pemex, otra vez, guarda silencio”, acusó.

El derrame ocurre en un punto conocido por su historial de fugas: un drenaje cercano a la refinería donde ya se han documentado escurrimientos en el pasado. Hoy, ese mismo punto vuelve a convertirse en símbolo de impunidad ambiental.

Mientras tanto, comerciantes de la calle Madero reportan ventas paralizadas por el olor penetrante y la preocupación sanitaria. “¿Quién quiere comer al lado de un río enfermo?”, cuestiona uno de ellos.

Pese a la gravedad del incidente, ni Petróleos Mexicanos ni autoridades estatales han emitido hasta el momento una postura oficial. La gobernadora Rocío Nahle ha sido llamada a intervenir, pero los afectados temen que —como en tantas otras ocasiones— la respuesta llegue cuando ya no haya nada que salvar.

Minatitlán no solo está siendo contaminada: está siendo ignorada. Y su río, antaño fuente de vida, hoy es espejo de abandono.

Redacción Reportaje Veracruzano