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Silencio inducido: El perverso arte de sabotear la democracia desde las sombras

Manuel Huerta destapa un juego sucio a escala nacional: manipulación del miedo para apagar las urnas y secuestrar la elección judicial

El senador de Morena, Manuel Huerta de Ladrón de Guevara, ha lanzado una advertencia incendiaria que debería sacudir a todo aquel que aún cree en la democracia participativa: hay una estrategia en marcha para inducir el abstencionismo, y no es casual ni espontánea, sino deliberadamente planeada. El objetivo, según el legislador, es claro y alarmante: deslegitimar la elección judicial del 1 de junio y preparar el terreno para la imposición de intereses oscuros.

En conferencia de prensa, Huerta no titubeó: “Se está generando miedo de manera sistemática para mantener a la ciudadanía lejos de las urnas.” Y con ello, permitir que las estructuras de poder impongan a sus candidatos sin el estorbo de una ciudadanía informada y activa.

Este no es un señalamiento menor ni un arrebato conspirativo. Se trata de una acusación de ingeniería electoral encubierta, donde el miedo opera como anestesia social. “Lo hemos visto antes”, dijo Huerta, aludiendo a episodios en los que el terror se utilizó como mecanismo de control político.

El senador apuntó que en Veracruz el fenómeno se agrava, no sólo por la elección municipal concurrente, sino por la fuerza simbólica y política que representa el padrón electoral de la entidad. “Aquí se busca reducir el voto para que todo lo que pase sea fácilmente cuestionado, para desacreditar el proceso completo”, advirtió.

Más allá de colores partidistas, Huerta lanzó un llamado urgente a la conciencia ciudadana: salir a votar no es solo ejercer un derecho, es impedir que el poder se reparta entre cúpulas invisibles. En esta contienda, no basta la presencia de la Guardia Nacional —que él mismo reconoce como necesaria pero insuficiente—, sino una movilización decidida de la sociedad contra las políticas del miedo.

Lo que está en juego, sugiere Huerta, no es sólo una elección más, sino la batalla por el alma del sistema judicial mexicano. Y los enemigos del voto ya están operando. La pregunta es: ¿los ciudadanos resistirán la trampa del silencio inducido o cederán su destino a quienes saben manipular el miedo como un bisturí político?

Redacción Reportaje Veracruzano 

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