Veracruz: Atentan contra policía estatal que custodiaba a persona arraigada en fraccionamiento Torrentes

La violencia criminal desafía nuevamente al Estado: sujetos armados atacan a oficial de la SSP frente a un domicilio bajo vigilancia judicial; hay movilización de fuerzas de los tres niveles de gobierno.
Por Reportaje Veracruzano | Redacción Especial
Veracruz, Ver. – La noche del Día de las Madres cerró con pólvora y sangre en el fraccionamiento Torrentes. Eran las 23:30 horas del 10 de mayo cuando un oficial de la Policía Estatal, asignado a la custodia de una persona arraigada por disposición judicial, fue brutalmente agredido a balazos por dos sujetos armados que se desplazaban en una motocicleta.
Los hechos ocurrieron sobre la calle Tamul, justo frente al inmueble que era objeto de vigilancia especial. El uniformado, ubicado en el exterior del domicilio, fue sorprendido por los agresores que dispararon sin mediar palabra y huyeron rápidamente del sitio.
La escena generó un despliegue inmediato de elementos de Seguridad Pública, Guardia Nacional y fuerzas federales que acordonaron la zona y activaron un operativo de búsqueda por aire y tierra. Paramédicos arribaron minutos después para estabilizar al elemento herido, cuyo estado de salud fue reportado como delicado tras su ingreso a un hospital cercano.
Crimen a la sombra del deber
La víctima formaba parte de una misión delicada: resguardar a una persona bajo arraigo, lo que sugiere que el ataque no fue fortuito. Aunque las autoridades aún no han revelado si el atentado está vinculado directamente con el caso del arraigado, la coincidencia reaviva el debate sobre el nivel de exposición al que son sometidos los elementos de seguridad pública en funciones judiciales.
Silencio institucional y vacío de justicia
Hasta el momento, no se ha dado a conocer la identidad del oficial herido ni se ha emitido posicionamiento oficial de la Secretaría de Seguridad Pública estatal. La omisión de información genera incertidumbre entre la ciudadanía y entre los propios cuerpos policiales, que ven cómo el cumplimiento del deber puede convertirse en una sentencia de muerte.
Impunidad con dos ruedas
El uso de motocicletas en ataques armados se ha convertido en una constante en varios municipios de Veracruz. Su velocidad, movilidad y capacidad de evasión permiten a sicarios atacar con precisión y desaparecer en segundos. Pese al reforzamiento en operativos urbanos, el fenómeno no ha sido contenido.
Este atentado no solo representa una agresión directa contra una autoridad del Estado, sino una afrenta contra el propio sistema de justicia. Si los criminales pueden atacar a un oficial que custodia un arraigo judicial, ¿qué garantía queda para el resto de la ciudadanía?
La sociedad veracruzana espera respuestas y resultados. Mientras tanto, la violencia sigue escribiendo capítulos oscuros en la historia reciente de la entidad.
Redacción Reportaje Veracruzano