Desborda el caos en Minatitlán: operativo por camión robado deriva en liberación masiva de detenidos y señalamientos de abuso policial

Minatitlán, Ver., 9 de junio de 2025.– Lo que inició como un operativo policial por el hallazgo de un camión robado en la Central de Abastos de Minatitlán terminó convirtiéndose en una jornada caótica que dejó a las autoridades rebasadas, con 16 detenidos liberados por la población, graves señalamientos de irregularidades en el actuar policial y múltiples preguntas sin respuesta.
El operativo: del hallazgo a la tormenta
Todo comenzó a las 10 de la mañana, cuando elementos de la Policía Municipal localizaron un tractocamión doble remolque, cargado con maíz, que había sido reportado como robado horas antes en la autopista La Tinaja–Cosoleacaque. Un fallo en el inhibidor de señal GPS permitió ubicar el vehículo en el corazón de la Central de Abastos.

Al arribar, los policías encontraron la unidad siendo descargada y su carga transferida a otro vehículo. En el lugar fueron detenidas 18 personas, entre ellas 7 menores de edad, originarios en su mayoría de Zaragoza y Oteapan.
En la cabina del camión robado, los agentes rescataron al conductor, Óscar David Pérez Ramos, de 42 años, quien estaba golpeado, amordazado y atado. Fue trasladado de inmediato a un hospital local. Por su parte, el conductor del segundo tractocamión fue detenido en el sitio, mientras que el presunto conductor del vehículo robado logró escapar más tarde en medio del caos.
La chispa que encendió la indignación
La detención de los menores de edad y las denuncias de que estos fueron esposados, exhibidos públicamente y que se pretendía interrogarlos sin presencia de familiares ni abogados encendió la indignación. Familiares y abogados denunciaron violaciones graves a los derechos humanos, lo que llevó a un creciente número de pobladores a congregarse frente a la comandancia municipal.
Con el paso de las horas y ante la negativa de las autoridades a brindar información o a presentar el Informe Policial Homologado (IPH), la protesta escaló. Bloqueos en ambos carriles del Boulevard Instituto Tecnológico paralizaron la zona.
Muchos familiares argumentaron que los jóvenes sólo fueron contratados como cargadores por paga, sin conocimiento del origen ilícito del maíz o del camión.
Señalamientos a la Central de Abastos
El incidente también puso bajo escrutinio a la administración de la Central de Abastos. Pobladores acusaron que el presidente del recinto, Jesús Manuel Cortés Carmona, inicialmente negó el apoyo a los trabajadores. Más tarde, acudió con abogados tras la presión social.

Los manifestantes cuestionaron además los protocolos de ingreso del camión robado, señalando que para acceder al recinto se deben registrar placas y documentación, lo que pone en entredicho la posible complicidad o negligencia de la administración.
El estallido: irrupción en la comandancia
A las 7:30 de la noche, con la tensión al máximo y sin avances en el proceso legal, un grupo de pobladores irrumpió en la comandancia municipal. En medio del caos, 16 de los 18 detenidos fueron liberados por la multitud. Entre ellos, los menores y varios adultos que presuntamente sólo participaban como jornaleros.
El conductor del camión robado, que había permanecido oculto durante el día, escapó en ese mismo momento y se encuentra prófugo.
Autoridades rebasadas y vacío informativo
Las fuerzas antimotines y la Policía Municipal no intervinieron ante la presión social. Solo la llegada de elementos de la Policía Estatal, Guardia Nacional y SEDENA logró contener la situación sin más violencia.
De los 18 detenidos originales, sólo uno —el conductor del segundo camión— permanece a disposición del Ministerio Público. No se ha revelado quién contrató a los cargadores, ni el destino de la mercancía robada.
Versiones extraoficiales apuntan a que el maíz pretendía ser vendido en mercados de Zaragoza, Cosoleacaque y Jáltipan.
Conclusión: un operativo plagado de dudas
El operativo dejó al descubierto las deficiencias operativas y legales de las autoridades locales, así como la profunda desconfianza social que impera en la región.
Familiares, defensores de derechos humanos y abogados exigen una investigación transparente sobre los hechos, el actuar policial, las responsabilidades en la Central de Abastos y, sobre todo, que se garantice la integridad de los menores de edad implicados.
Por ahora, Minatitlán suma otro episodio de caos, incertidumbre y una cadena de irregularidades que deberán ser esclarecidas en los próximos días.
Redacción Reportaje Veracruzano