Israel–Irán: recrudece la guerra con drones suicidas y ataques a un reactor médico

Por Marco Antonio Palmero Alpirez || Reportaje Veracruzano || Domingo 22 de junio del 2025
Mientras una vasta oleada de aeronaves no tripuladas iraníes se dirige a “objetivos estratégicos” dentro de Israel, la aviación israelí intensifica los bombardeos contra instalaciones nucleares y militares en territorio persa, incluido el reactor de agua pesada de Arak, clave para la producción de radiofármacos.

La nueva fase de la ofensiva
En la madrugada del domingo, el portavoz de los Guardianes de la Revolución, Ali Mohammad Naini, anunció “una amplia oleada de drones de ataque y kamikazes” rumbo a Israel a lo largo de todo su territorio, en lo que calificó como la décima jornada de hostilidades abiertas entre ambos países.
Respuesta israelí y alarma en el sur de Irán
Horas antes, la Fuerza Aérea israelí había golpeado la ciudad de Shiraz —que alberga varias bases del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria— activando los sistemas locales de defensa aérea, según medios iraníes. El ejército israelí reconoció ataques “contra depósitos de UAV y un complejo de armamento” en el suroeste del país, dentro de una ofensiva más amplia que también alcanzó la estratégica zona portuaria de Bandar Abbas.
Arak: blanco nuclear con vocación médica
Uno de los bombardeos más sensibles fue contra el reactor de agua pesada IR-40, en Arak. Imágenes satelitales analizadas por Reuters muestran un boquete en la cubierta del edificio de contención y torres de destilación destruidas.
Mohammad Eslami, jefe de la Organización Iraní de Energía Atómica, denunció que la planta “estaba dedicada a la salud y la medicina”, subrayando que allí se producen radiofármacos empleados en el diagnóstico y tratamiento oncológico.

El debate nuclear: pruebas ausentes
Israel justifica la campaña aérea alegando que Teherán está “a punto de obtener un arma nuclear”. Sin embargo, Moscú transmitió a Jerusalén que “no existe evidencia” de un programa atómico militar iraní, de acuerdo con el Kremlin. El Organismo Internacional de Energía Atómica, pese a sus reservas sobre la transparencia iraní, no ha declarado la existencia de cabezas nucleares.
Escalada sin freno y vacío de responsabilidad
Funcionarios en Teherán insisten en que fue Israel quien detonó la crisis hace una semana con ataques preventivos “sin mandato ni protocolo internacional”. A la fecha, ninguna instancia multilateral ha señalado a Tel Aviv como responsable de la escalada. Diplomáticos europeos empujan un cese al fuego, mientras Washington sopesa involucrarse de forma directa, una decisión que la Casa Blanca aplazó “hasta dentro de dos semanas”.
Riesgos regionales
Con el Estrecho de Ormuz bajo amenaza iraní y la defensa antimisiles israelí operando al límite, analistas advierten que una prolongación del conflicto elevaría los precios del crudo y multiplicaría los frentes abiertos —desde Yemen hasta el Líbano— en un polvorín ya saturado. Cada ataque contra infraestructura nuclear aumenta, además, el riesgo de liberación radiológica y de nuevas sanciones internacionales.

La guerra entra en una etapa donde la superioridad aérea israelí y la capacidad de ataque asimétrico iraní chocan de frente, con armas de precisión y recursos médicos en la línea de fuego. Mientras los drones surcan el Mediterráneo oriental y los reactores arden en el desierto persa, la pregunta que domina las capitales es si aún queda margen político para contener una conflagración que amenaza con reconfigurar —otra vez— el equilibrio estratégico de Oriente Medio.