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Ejecutan al exdirector de Policía de Acultzingo vinculado a robo de trenes; ¿paga facturas impunes la violencia en Veracruz?


Orizaba, Ver. — El pasado fin de semana, Camerino Rojas Delgado, exdirector de la Policía Municipal de Acultzingo y empresario, fue brutalmente asesinado en Cerro Gordo, Puebla, en un ataque que revela una vez más la descomposición y la impunidad enquistada en las instituciones de seguridad de Veracruz.

Rojas Delgado, conocido por su controvertida gestión al frente de la corporación policiaca local en 2018, fue sorprendido y atacado a tiros por sujetos armados que descendieron de un vehículo Jetta con rifles AR-15. El exfuncionario cayó mortalmente herido en plena vía pública, mientras sus agresores huyeron sin que las autoridades pudieran localizarlos, reflejando la nula capacidad de respuesta ante la violencia.

Pero la historia de Camerino Rojas no es la de un funcionario ejemplar. Su paso como director de policía estuvo marcado por la ineficacia, el reclutamiento irregular y la incapacidad para consolidar una corporación mínimamente funcional, lo que llevó a su destitución apenas cinco meses después de haber sido nombrado por el entonces alcalde René Edel Carrera.

Peor aún, su nombre se vinculó con actividades delictivas de alto impacto: en 2018, el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares lo relacionó directamente con una banda dedicada al robo de trenes en la zona de las Altas Montañas. Este grupo, conocido por generar violencia y operar con impunidad, sigue activo y sin que las autoridades hayan podido desmantelarlo.

En aquel momento, Yunes ofreció una recompensa millonaria para capturar a “El Bukanas”, ex policía también ligado a estas redes criminales. La ejecución de Rojas Delgado no es un hecho aislado, sino una pieza más en el complejo tablero de la violencia que mezcla crimen organizado, corrupción e infiltración en las fuerzas de seguridad.

¿Qué tan profundo es el vínculo entre exfuncionarios como Rojas y las redes criminales? ¿Cuántos más seguirán cayendo sin que se investigue ni se haga justicia? Y sobre todo, ¿cuándo dejarán de ser México y Veracruz escenario de ejecuciones y crímenes sin castigo?

La muerte del exdirector de policía de Acultzingo desnuda la crisis de seguridad, el estado fallido y la urgencia de un cambio real en Veracruz. Mientras la violencia cobre vidas y las autoridades se mantengan impasibles, la impunidad seguirá siendo la verdadera ganadora.


Redacción Reportaje Veracruzano

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