EJECUTAN A LA MAESTRA IRMA DE ÁLAMO

¿Quién mató a la maestra Irma? ¿Dónde están las autoridades? ¿Y cuánta sangre más tendrá que correr antes de que alguien actúe?
La maestra jubilada Irma Hernández Cruz, de 62 años, fue localizada sin vida la madrugada de este jueves en un predio rural cercano a Tepetzintlilla, a unos 30 kilómetros de la cabecera municipal de Álamo. Privada de la libertad por hombres armados en pleno centro de la ciudad el viernes 18 de julio, su ejecución representa no solo un crimen atroz, sino una sentencia de muerte dictada por el silencio cómplice de las autoridades.
❝La arrastraron viva, la dejaron sin voz, y ahora, sin justicia❞
Frente al Mercado Municipal, a plena luz del día, encapuchados descendieron de una camioneta y se llevaron a la profesora sin que ninguna patrulla se interpusiera. No hubo operativo inmediato, ni persecución. No hubo helicópteros, ni cateos, ni nada que se pareciera a una reacción del Estado. Solo el terror y la inercia institucional.
Días después, el país entero vio con horror un video viral: Irma, rodeada por sus captores, fue obligada a mandar un mensaje a sus compañeros taxistas exigiendo el pago de “cuotas” para evitar represalias. Una mujer de la tercera edad, obligada a leer el guion del crimen organizado, mientras el Estado permanecía en completo mutismo.
Hallada sin vida, el crimen consumado… ¿y la justicia?
El cuerpo fue hallado en una brecha rural que conecta con Buenos Aires, Cerro Azul. Las primeras versiones señalan una posible ejecución violenta, pero ni la Fiscalía General del Estado ni la Secretaría de Seguridad Pública han informado la causa de muerte. Nada. Solo un cadáver más sobre la tierra veracruzana, y un expediente que probablemente termine empolvado.
El levantamiento del cuerpo estuvo a cargo del SEMEFO de Tuxpan. Ningún funcionario estatal ha dado la cara. Ni una palabra de la gobernadora Rocío Nahle, quien fue directamente emplazada por la familia para intervenir. Pero Nahle prefirió el silencio, como si callar fuera estrategia o como si esconderse detrás de la burocracia fuera suficiente para contener el dolor colectivo.
El mensaje del crimen: “Aquí mandamos nosotros”
La ejecución de la maestra Irma no es un caso aislado. Es una advertencia a todos los ciudadanos de bien que se nieguen a pagar extorsiones. Es un recordatorio brutal de que en muchas regiones del norte de Veracruz el crimen organizado gobierna más que el propio gobierno.
¿Dónde está la Guardia Nacional? ¿Dónde los drones, los operativos, los cateos? ¿Dónde están las órdenes de aprehensión? ¿O acaso Irma fue asesinada por un grupo que goza de protección política o institucional?Una mujer ejemplar convertida en cifra anónima
Una mujer ejemplar convertida en cifra anónima
Irma Hernández Cruz no solo fue maestra: fue formadora de generaciones, trabajadora incansable, taxista después de su jubilación, madre, hermana, amiga. Su vida no puede reducirse a un titular más, y su muerte no debe quedar como una nota olvidada en medio de la barbarie.
La comunidad de Álamo está de luto, pero también está llena de rabia. La misma que crece en cada rincón de Veracruz donde la violencia es ley y la justicia una burla.
¿Quién responde por Irma?
Pregunta incómoda Respuesta oficial ¿Se han detenido a los responsables? No ¿Existe un comunicado oficial detallando los hechos? No ¿Se investiga el grupo criminal que la secuestró? Silencio absoluto ¿Qué acciones tomó la gobernadora Nahle tras el secuestro? Ninguna visible
Irma no murió sola. La acompañan cientos de mujeres víctimas de un sistema que no las protege. Pero su nombre no será borrado. Porque el verdadero crimen no solo fue asesinarla, sino permitirlo con la indiferencia de quienes juraron protegerla.
La sangre de Irma clama desde la tierra… y el pueblo exige justicia.
Redacción Reportaje Veracruzano