ASF desnuda el saqueo del sexenio de Cuitláhuac García: Veracruz, el peor del país con más de mil cien millones de pesos desaparecidos

El estado gobernado por Morena se hunde en el mayor daño patrimonial de México; Salud y Educación, las cloacas del desfalco. Mientras tanto, Cuitláhuac y Rutilio disfrutan cargos federales.
Por Redacción
Reportaje Veracruzano
Veracruz vuelve a aparecer en el mapa nacional no por su grandeza ni su historia, sino por la podredumbre administrativa que dejó tras de sí el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) destapó lo que podría ser uno de los mayores desfalcos del sexenio morenista en todo el país, al detectar más de 1,114 millones de pesos sin comprobar durante el ejercicio fiscal 2024, último año del gobierno del ahora funcionario federal del CENAGAS.
El informe, entregado este jueves ante la Cámara de Diputados, es demoledor: Veracruz encabeza la lista nacional del daño patrimonial, seguido por Chiapas, ambos bajo administraciones morenistas. Entre los dos concentran el 51% del total del dinero perdido en el país, equivalente a 1,586 millones de pesos.
El saqueo disfrazado de gobierno
Según la ASF, el sector Salud fue el principal barril sin fondo del gobierno de García Jiménez.
Nada menos que 1,078 millones de pesos del gasto federalizado simplemente desaparecieron: no hay comprobantes, no hay facturas, no hay servicios entregados. Solo un vacío contable que huele a corrupción y complicidad.
En palabras simples: dinero destinado a medicinas, hospitales y atención médica a los más pobres terminó en la nada.
En Educación, las irregularidades también brotan como hongos en la humedad. En el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Veracruz (CECyTEV) faltan más de un millón de pesos sin justificar. Además, 195 mil pesos del programa de Expansión de la Educación Inicial también se esfumaron.
Otros programas federales no se salvan:
- 3.8 millones del Fondo de Hidrocarburos, sin rastro.
- 2.5 millones del Programa de Agua Potable y Saneamiento, sin documentos.
- Más de 28 millones del rubro de Infraestructura Física y Saneamiento Financiero, igual de extraviados.
La ASF fue contundente: los montos observados carecen de evidencia sobre su aplicación, reintegro o recuperación, lo que los convierte en presuntos daños patrimoniales directos.
Cuitláhuac, el funcionario premiado tras el desastre
El informe no solo evidencia el saqueo, sino el cinismo del sistema político actual.
Mientras Veracruz carga con el peor índice de irregularidades del país, su exgobernador Cuitláhuac García Jiménez no enfrenta ni una sola sanción: hoy cobra un salario federal en el Centro Nacional de Control del Gas Natural (CENAGAS), una institución clave en el manejo energético nacional.
Por su parte, Rutilio Escandón, quien dejó a Chiapas con 471 millones 662 mil pesos sin comprobar, fue premiado como cónsul de México en Miami.
Ambos, exponentes del mismo partido y protegidos del poder central, han sido premiados donde debieron ser investigados.
El costo político de la impunidad
La revelación de la ASF golpea directamente la narrativa de “honestidad” que el morenismo presume como emblema.
Veracruz, uno de los estados más saqueados del país en los últimos 20 años, vuelve a hundirse en el fango del desfalco, ahora bajo la sombra de la llamada Cuarta Transformación.
Analistas y legisladores opositores ya han lanzado el cuestionamiento inevitable:
¿Seguirá el gobierno federal protegiendo a sus alfiles a pesar de los escándalos documentados por el máximo órgano fiscalizador de la nación?
El informe no deja espacio a interpretaciones: Veracruz no solo falló en comprobar recursos, falló en gobernar con transparencia, en rendir cuentas y en servir al pueblo.
El saqueo documentado por la ASF no es una simple observación contable; es el acta de defunción moral del gobierno de Cuitláhuac García.
Conclusión: Veracruz, el epicentro del engaño
Lo que hoy revela la Auditoría Superior de la Federación es más que un cúmulo de cifras: es la prueba palpable de que el discurso de austeridad y honestidad fue una máscara.
Mientras los hospitales colapsaban y las escuelas se caían a pedazos, más de mil millones de pesos se evaporaban entre el desorden, la negligencia y la corrupción institucionalizada.
Veracruz, una vez más, se convirtió en el laboratorio del abuso y la impunidad.
Y en ese escenario, Cuitláhuac García Jiménez y sus colaboradores deberían estar rindiendo cuentas, no cobrando sueldos federales.
¿El gobierno federal actuará con la misma dureza con que prometió acabar la corrupción?
¿O el manto protector de la 4T seguirá cubriendo a los suyos, aunque los números griten lo contrario?
La ASF ya habló.
Ahora le toca responder al poder.
Redacción Reportaje Veracruzano



