Saqueo y ruinas en Santiago Tuxtla: la alcaldesa Brianda Kristel Hernández dejó edificios públicos en abandono total

Santiago Tuxtla, Ver. – El municipio está al borde de un colapso institucional. Las instalaciones que deberían servir al pueblo –el DIF Municipal y la Biblioteca Pública– lucen en ruinas, convertidas en monumentos al descuido y la irresponsabilidad de una administración que, lejos de servir, parece haber saqueado y abandonado a la población.

El alcalde electo, Noé Cadena, reveló públicamente la situación tras un recorrido de supervisión, donde constató el estado deplorable de los inmuebles. “Es muy lamentable —expresó—, pues los recursos municipales que se invirtieron en su momento no están generando un beneficio para el pueblo y, de nueva cuenta, se tendrán que invertir cientos de miles de pesos para su habilitación.”

La denuncia va más allá de la simple queja: expone el fracaso rotundo de la gestión de la alcaldesa Brianda Kristel Hernández Topete, quien será recordada por entregar oficinas, parques y espacios culturales al borde del colapso. Los inmuebles, construidos con dinero del pueblo, hoy no funcionan, no benefician y son la viva imagen del abandono oficial.

El costo de la irresponsabilidad
Cada pared cuarteada, cada silla rota, cada espacio inservible representa una doble estafa: dinero público invertido en su construcción y más dinero público que ahora deberá inyectarse para rescatarlos. En otras palabras: la alcaldesa deja a los ciudadanos pagando dos veces por su incapacidad de dar mantenimiento a lo que ya estaba hecho.

Una gestión marcada por el descuido
No se trata de un caso aislado. La crítica al estado de los bienes municipales se suma a otras controversias que han ensombrecido la administración actual, donde la falta de transparencia en el manejo de recursos y el desdén por la infraestructura pública han sido la constante.
La promesa de rescate
Noé Cadena anunció que su gobierno iniciará de inmediato un plan de rehabilitación: “Mi deber como Presidente Municipal será actuar con responsabilidad. No se trata solo de construir y después abandonar; el mantenimiento a edificios, parques, oficinas y demás edificaciones de propiedad municipal es un compromiso, un reclamo ciudadano y un deber de todo gobierno local.”

El veredicto ciudadano
Mientras los edificios se derrumban, la pregunta que queda en el aire es inevitable: ¿dónde quedó el dinero y quién responderá por este abandono criminal? Santiago Tuxtla no necesita discursos vacíos, sino cuentas claras. Lo que hoy se ve en el DIF y la Biblioteca no es simple desgaste: es el retrato de un gobierno que prefirió abandonar al pueblo antes que servirlo.
Redacción Reportaje Veracruzano